Mi Mundo De Colores

Cap. 16 Bullying

Capítulo 16.

XXXXX

Las matemáticas eran mi peor tortura, por eso odiaba cualquier materia que tuviera que ver con eso. Kerstin se sorprendía tanto porque, a pesar de eso, dominaba esos temas y siempre le explicaba cuando no entendía algo.

— Sí que eres buena en geometría. Tal vez por fin alguien le quite el primer lugar a la Diosa.

—¿Ella tiene el primer lugar?
Meg no paraba de sorprenderme y me preguntaba si existía alguna cosa que no hiciera bien.

— Claro, por eso es la Diosa de este colegio.

La clase de geometría terminó y por fin pude salir al receso. Tenía pensado ir por el almuerzo que daban en la escuela.

Salí hacia el comedor. No tenía mensajes de Meg y no sabía si hablaría con ella. Entré al comedor junto con Kerstin y Nicol. Nos formamos para esperar. Odiaba esta parte y era la razón por la que siempre traía mi almuerzo.

—Sí que es larga la fila.
Hablo un chico detrás de mí.

— Por eso siempre traigo mi almuerzo.
Respondí con cara de fastidio al ver la enorme fila.

— ¡Simón! —Era Paul quien se acercaba con su sonrisa fastidiosa. —¿Por qué no me cedes tu lugar? — Se acercó tanto como pudo a él.

Sentía rabia de ver cómo trataba de intimidarlo al ser más alto. El chico solo miraba al suelo mientras acomodaba sus lentes.

—¿Por qué no te formas detrás de mí?
Dijo mientras miraba al suelo.

—¿Qué dijiste? —Parecía que Paul estaba empezando a enojarse —¿Desde cuándo eres tan valiente? ¿Crees que tu novio vendrá a defenderte? —Fruncí el ceño al escuchar eso. ¿Simón era gay?

—No... yo no tengo novio.

— Cállate, idiota, te estaré esperando justo ahí —señaló una mesa del fondo. —Apúrate con mi comida.

Apreté mis puños con fuerza. Paul era un desgraciado. Simón parecía pensativo y nervioso, no lo conocía, pero sentía pena por él.

Pasamos por nuestra comida y yo solo observaba a Simón con su bandeja de comida. Decidí seguirlo.

—Eres muy lento —Para mi sorpresa, Paul estaba en la misma mesa que Richard y su amigo Darién.

—Toma, Paul.

—¿Sabes qué? No se me antoja tu comida. —Con solo un golpe de Paul la comida de Simón salió volando y cayó sobre él, haciendo demasiado ruido y llamando la atención de todos. No tardó en formarse un círculo de chicos alrededor de nosotros. —No quiero que se me pegue lo gay. — Su voz resonó fuerte por todo el lugar, sabía sus intenciones, quería que todos escucharan. Quería exponer a Simón.

—¡No soy gay y déjame en paz!

—¡Basta!
Me puse en medio de los dos al ver que Paul estaba por aventarse sobre Simón.

—No es tu asunto, Cassie.
Trato de intimidarme, tenía miedo y sabía que tratándose de él siempre sería así, pero no quise dejar solo a Simón.

— No voy a dejar que lo golpees.
Estaba nerviosa, tenía muchas miradas sobre mí, pero me mantuve firme.

—Aparta....
Paul no pudo terminar de hablar al sentir el líquido en su cara. Abrió grandes los ojos, quedando se estático.