Capítulo 22

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Luego de eso vi como Lydia y Jackson estaban más allá viendo los árboles quemados, junte un poco de las cenizas de los árboles y decidí escabullirme de ahí sin que se dieran cuenta y empecé a caminar por el bosque en búsqueda de esos dos.

Sin embargo, me quedé de pie unos minutos hasta que logré localizarlos y con mi poder de aparecer y desaparecer como el humo, lo hice para llegar con ellos más rápido.

Cuando aparecí con ellos, Allison estaba apuntandole a Scott y este estaba de rodillas en el suelo viéndola con la clara herida del Wolfsbane, y yo aproveché a aparecer en medio de ellos dos, frente a ella la cual al verme retrocedió un poco.

—Ali, qué bueno verte de nuevo, la primera vez que nos vimos antes no eran las mejores condiciones, pero creo que ahora es un buen momento, ¿no crees?

—Eres tu de nuevo, ese tal Wies —me apunta —. Retrocede y alejate si no quieres que...

Me acerqué a ella tanto que la pinta de flecha quedó directo a mi pecho pero ante eso yo sonreí de lado y ella me veía confundida pero ya no asustada, como si intentara procesar lo que estaba pasando o como si intentara recordar incluso.

—Tranquila Ali, sé lo que piensas pero no tienes que tener miedo, yo no soy como él —veo a Scott y este gruñe —. No me veas así Scotty, tú estas así porque quieres.

—Tú lo deberías de estar aquí —me ve

—Tú tampoco ni ella, sin embargo, aquí estamos los tres reunidos como en los viejos tiempos, ¿no crees?

—¿Viejos tiempos? —la veo —. ¿Tú sabes lo que pasó?, ¿de lo que ese lobo habla?

—Claro que sí Ali, tú eras mi mejor amiga, ¿no lo recuerdas?

Me puse frente a ella y ambos nos miramos directamente a los ojos. Su expresión iba caminando y poco a poco fue bajando el arco y la flecha para dejar de apuntarme.

—Sé que puedes recordarme Ali, yo soy la última persona a la que le hablaste, a la que viste con tú alma antes de apagarte.

—Yo...recuerdo esos ojos...

—¿Allison? —Scott la ve

—Sé que los recuerdas Ali —empieza a brillar y pongo mi mano en su cabeza —. Soy el Guardián de las almas, de tú alma y del resto del mundo, todas sus almas me pertenecen...

—Mi Guardián de las almas...mi Guardián Oscuro...Wiesław —se arrodilla frente a mí

—¿Allison? —él se levanta —¡¿Qué le hiciste a Allison?!

Scott intentó empujarme pero me traspasó cayendo sentado al suelo. Se dio la vuelta para verme pero Allison se puso frente a ambos apuntandole a él.

—Aléjate de nosotros Scott.

—Allison...¿Qué pasó? —nos ve

—Tú no deberías de estar aquí Scott, solo nos estas estorbando, tenemos cosas importantes que hacer y tu y los demás solo nos estorban.

Ella estaba lista para dispararle otra flecha pero yo la detuve ya que lo que quería era que ellos se fueran, no matarlos así que no iba a dejar que ella lo hiciera, ellos no eran mi problema pero no los míos no son asesinos y ella no es la excepción.

—Tranquila Ali, no queremos matarlos, solo dejar que se vayan, no tienes que matarlo, no es una amenaza para nadie —lo veo —. Se volvió débil, un Alfa sin manada no es un Alfa, ya no eres un Alfa Scott McCall, solo eres un lobo solitario de ojos rojos.

—Eso no es cierto...tú eres el que está poniendo a todos en contra de todos.

—¿Yo? —lo veo —. Yo no soy quien abandona a su manada para esconderse solo por una estúpida pesadilla, me abandonaste y los abandonaste a todos Scott, y ahora ni siquiera dejas a los muertos en paz porque hasta quieres revivirlos sabiendo que esto no es tú trabajo —pongo mi pie sobre su pecho —. Quieres jugar con cosas que no son tu asunto, te estas metiendo en mi terreno, tengo cosas más importantes que hacer que tener que estarlos cuidando a ustedes, así que déjennos en paz de una vez —me agaché frente a él —. No he olvidado las veces que me has dado la espalda a mi y a muchos de los míos Scott, ahora te toca a ti.

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