Don't Leave Me [Eric García]

💐Capítulo 12💐

ERIC

Me senté al lado de Naiara y ella apoyó su cabeza en mi hombro.

—Se fue sin poder decirle que lo quería—Naia se seguía lamentando; sobre todo por eso, pero entre Ferrán y yo le intentamos hacer saber que él lo sabía aunque no se lo dijera.

Estábamos en el tanatorio, esperando a que pudiéramos pasar para despedirnos de él.

Vi como Isabella se acercaba a nosotros y le di un beso en la frente a Naia cuando esta misma me dijo que las dejara a solas.

NAIA

Isabella se sentó donde estaba Eric y sonrió.

—Iba de camino a tu casa.

—¿Mi casa?—fruncí mi ceño.

—Si, la que compartes con Eric.

—Ah.

—Te tenía buenas noticias, pero iba algo nervioso, supongo que fue eso lo que produjo el accidente.

—Ya que importa, al final se ha matado y ya está—miré al suelo.

—Escucha Naia—puso una mano en mi muslo—te voy a decir lo que te quería decir Uriol.

—¿Qué me quería decir?

—Estoy embarazada.

Y un rayo de esperanza me iluminó en aquel momento. Iba a ser tía.

—También te quería decir que después de que descubrimos que esperaba un niño suyo, nos casamos antes.

—¿Sin hacer la ceremonia?

—Fuimos al abogado y nos casamos así.

Asentí.

—Te quería pedir una cosa.

—¿Qué cosa?

—Que se lo dijeras a Eric.

Asentí y miré a mi novio que hablaba con Ferrán. Me levanté y me acerqué a mi mejor amigo y mi novio.

—¿Estás bien, Naia?

—Sí, os quería decir una cosa.

—¿Cuál?

—Isabella está embarazada—abrieron sus bocas por la sorpresa—de Uriol.

—Ya, eso era obvio.

—Pero eso no es todo.

—¿Qué más?

—Se casaron.

—¿Sin ceremonia?

—Ni mierdas, cogieron, se enteraron del embarazo y se casaron automáticamente en el abogado.

Ferrán no se lo creía y no decía nada, solo me escuchaba.

Estuvimos un rato más hablando hasta que nos dejaron pasar, yo fui la última.

Pasé después de que me pusieran protecciones de plástico y me dejaron a solas con el cuerpo de mi hermano. Me senté en el suelo abrazándome las rodillas sin querer mirar su cuerpo.

—Cuidaré a tu hijo como si fuera mío y le contaré lo maravilloso que eras.

Me quedé en silencio.

—Que te casaras sin yo estar presente es de muy cabrón, eh Uri, no me lo esperaba de ti pero igualmente me alegro. Decidiste seguir lo que quería papá y lo lograste, pero ¿qué me espera a mí? ¿tener un hijo con 23 años? Joder, es que me hago una idea y te juro por mi vida que me suicido es que no sé como lo aguantabas.

Me volví a quedar en silencio.

—Te prometeré algo—me levanté y aparté su pelo de la frente—iré a verte en la tumba, a ti, a Laia, a mamá y a papá, por mucho que me pese le dejaré flores a papá y por mucho que quiera hacerlo sola, llevaré a Isa y a Eric conmigo y si hace falta también llevo a Ferrán. Escúchame otra cosa, si tu hijo es un varón, llevará tu nombre, u Oriol, me da igual, pero quiero que lleve tu nombre, si es niña que lo elija Isa que para algo es vuestro hijo.

Se abrió la puerta dejando ver a un médico forense.

—Te quiero mucho, Uriol—le susurré al oído y salí de allí. Me recibieron los brazos de Eric y no lo rechacé, necesitaba de su calor.

—¿Nos vamos a casa?

—Por favor.

No sé cuando Eric había dejado de referirse a su casa como casa pero no me molestaba y me replanteo si mudarme con él algún día.

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A partir de aquí las cosas cambiarán poco a poco 

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