💐Capítulo 16💐

136 1 0
                                    

ERIC

—Buenos días—digo entrando en el salón después de entrar en mi apartamento.

—Buenos días, niño bonito.

Le di un beso en la mejilla a Naia y fui a por un vaso de agua mientras me perseguía por toda la cocina escuchando mi día de hoy.

—Y eso, hoy Ansu le ha hecho una broma a Ferrán, llenandole la taquilla de nata, que sinceramente me parece una broma muy clásica pero dice Ferran que se vengará.

—Seguramente que le llene el coche de nata.

—¿Te imaginas?

Nos reímos.

—Capaz es.

Asentí y fuimos de nuevo al salón.

—¿Qué has estado haciendo?

—He estado con la psicóloga.

—¿Las dos horas?

—Sí, decía que tenía tiempo y que yo necesitaba desahogarme así que...—se encogió de hombros.

Asentí. Me parecía muy bien que Naia se desahogara, lo necesitaba, por eso decidimos que era lo mejor para ella. Según la psicóloga después de un mes va mejorando poco a poco y yo soy su pilar más importante por eso tengo que intentar que no se derrumbe.

Le acaricio la mejilla y sonríe.

—¿Qué día es hoy?

—Miércoles, ¿por?

—Hoy toca día de mimos.

Sonrió y le doy un beso en los labios.

—Todos los que quieras, cariño—asintió—voy a dejar esto allí.

Volví a dejar el vaso en la cocina y fui al cuarto donde ya me esperaba con una sonrisa en la cara. Teníamos la costumbre de que cada miércoles recibimos mimos del otro porque era el día donde más estrés teníamos, yo, cuatro horas de entrenamiento, ella con Isa, con la psicóloga, escribiendo, leyendo, estudiando...

Me quité la camiseta y sonreí cuando giré mi cabeza y le vi dandome un repaso de arriba a abajo.

—¿Estoy bueno o qué?

—Siempre lo estas, nene.

Ahora le había dado por llamarme nene y no podía estar más contento por eso.

Me puse de rodillas en los pies de la cama y me puse encima de Naiara apoyando mi cabeza en su pecho mientras ella acariciaba mi espalda de arriba a abajo con sus manos.

—Susana dice que cada día estoy mejor y que es un proceso muy largo, que me costará, pero dice que cree en mí.

—Yo también creo en ti, Naiara, nunca lo olvides, ¿vale?

—Vale.

Me separé un poco de ella para darle un casto beso en los labios y apoyé mi cara en su hombro.

—Eres lo que más quiero en mi vida, Eric.

Jo sí que t'estimo, vida meva.

Me dormí en su hombro mientras ella seguía acariciándome la espalda.

Don't Leave Me [Eric García]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora