Don't Leave Me [Eric García]

💐Capítulo 3💐

La fiesta era hoy y quisiera o no, tenía que ir con vestido a petición de Ferri.

Me despedí de Uriol y entré en el centro comercial de la Plaza España a ver si encontraba algo por aquí.

Recorrí varias tiendas en busca del vestido perfecto y lo encontré cuando entré en Zara.

Es vestido era largo, negro y de tirantes, con gemas de plástico que brillaban por todo el escote del vestido. El vestido traía una cola, que no era larga pero parecía que iba a ir a la gala del Balón de Oro.

Pagué el vestido y volví a casa en metro, donde cuando entré, me esperaba Thor y una nota en la encimera de la cocina diciendo:
"Me voy al trabajo, he sacado a Thor no te preocupes por eso.

Uriol"

Me había dejado sola, el hijo de su madre.

Después de comer, me duché, me puse el vestido y empecé a maquillarme. Estaba poniéndome los tacones de aguja cuando la llamada de Ferrán me hizo salir de casa y caminar calle arriba.

Cuando llegué a su casa que no está tan lejos como parece, empecé a escuchar la música desde fuera.

Cuando Ferrán me abrió, me llevó directamente al salón, donde ya estaban algunos de sus amigos y compañeros de equipo.

—Naia, te presento a Gavi, Pedri, Eric y a Ansu.

—Encantada, soy Naiara.

Todos se presentaron y me senté al lado de Ferrán.

No me había dado cuenta hasta ahora de que todos iban con trajes elegantes, incluso mi hermano que había vuelto del trabajo y directamente se vino hacia acá con su traje de chaqueta puesto.

—Vamos a ir a una gala, ¿o qué?—le susurré a Ferrán que se rió.

—Sí, creo que sí.

Sonreí y se tuvo que levantar para saludar a unos cuentos que habían venido.  

—¿Me puedo sentar?

Me fijé en quién había preguntado y asentí para que se sentara.

—Soy Alejandro Balde, creo que Ferrán no nos ha presentado.

Le sonreí y le di la mano.

—Encantada, soy Naiara Rodríguez y no, no nos ha presentado.

Estuvimos hablando un rato más, y descubrí que Alejandro era español pero que tenía raíces dominicanas por parte de su madre y africanas por parte de su padre. Era muy divertido y cuando se nos unió Ansu empezaron a bailar lo que me hizo reír porque no iban al compás y Ansu se enfadaba y empujaba a Ale (ya me dejaba llamarlo así), lo que hacía que Pedri se quejara porque Ale le pisaba y este culpaba a Ansu de haberlo empujado.

—¿Qué pasa aquí?

Apareció Uriol y se sentó a mi lado.

—Se están peleando—dije entre risas.

—¿Pero por qué cojones tenéis que bailar?—se quejó Pedri.

—¡Porque es una fiesta!

—¡No tenéis que bailar!

—¡Naia dice que sí!

—¡Pues que baile ella!

Los tres me miraron y me quedé pálida.

—¿Qué pasa?

Ay, inocente de mí.

—Baila.

—¿Qué?—levanté una ceja.