24

6.4K 551 259
                                    

XXIV

El silencio reinaba entre los dos mientras permanecían sentados en el sillón, con una distancia prudente entre ambos.

Habían dejado al intruso encerrado en el baño, luego Andrei se fue a cambiar el traje por algo más cómodo y terminó en la sala, callado y pensativo. Keiler se sentó después de un momento, pero no dijo nada.

Sabía que Andrei estaba receloso con él. La poca confianza, si es que hubo tal cosa entre ambos, se esfumó en un instante.

—Prometo que no sé de qué estaba hablando —dijo después de un momento —. No lo conozco.

—Parece que él a ti sí.

—¿Qué importa? Si no tiene nada que ver conmigo.

—La persona que lo mandó sabe que estás aquí, y Nathan no tiene cómo saberlo —dijo, mirando seriamente a Keiler —. Es más, le dijo que no te hiciera daño, lo que significa que le importas.

—Eso tampoco me importa.

Andrei esbozó una sonrisa agria cuando regresó la vista al frente.

—Claro. A ti no te importa nada, solo tú mismo.

—Tú me importas.

—¡Deja de mentir! —exclamó dejando en evidencia el fastidio y la ira —. ¡Tú no te preocupas por mí, solo disfrutas joderme la cabeza como lo has hecho siempre!

Keiler permaneció tranquilo en el lugar cuando Andrei se levantó iracundo.

—Yo solo sé que mientras esté aquí, nadie podrá hacerte daño, Andrei. Confía en mí —dijo desde su lugar, mirando al mayor que no parecía convencido —. Estoy aquí, contigo. Lo que pase fuera de aquí no importa.

—Sí importa, a mí sí me importa porque no soy un maldito narcisista con delirios de grandeza como tú. A mí sí me importa que las personas que quiero se vean involucradas en los peligros a los que yo me expongo, por eso no veo a mi mamá, por lo mismo terminé con Emilie, y por la misma maldita razón es que no me involucro con nadie —espetó —. Yo no soy como tú. Tú eres un egoísta, porque no te importa poner en peligro a quienes te rodean. No te importa que vengan a amenazarme de muerte, mucho menos si viene de gente que conoces. ¿Me vas a decir que no sabías de esto? ¿Eh?

—No lo sabía —insistió —. No conozco a ese tipo.

—Mentiroso.

—Maldita sea, Andrei. Te digo la verdad. Después de que le rompí la nariz, lo dejé inconsciente y quise matarlo, ¿de verdad estás diciéndome mentiroso?

—¿Cuándo has sido sincero conmigo? —cuestionó más tranquilo —. De verdad te pregunto.

—Cuando te pedí que te salieras del caso porque me preocupaba que te pasara algo, fui sincero. Cuando dije que nadie tiene derecho a hacerte daño más que yo, también fui sincero. —Se levantó y enfrentó a Andrei, quedando ambos cara a cara —. Cuando me pongo celoso por tu jodida ex novia y solo quiero encerrarte para que no salgas, también soy sincero. O cuando quiero besarte hasta cansarme. Incluso cuando intento provocarte porque quiero que cedas de una vez. En los últimos días no he hecho más que ser sincero y comportarme como un maldito idiota necesitado de atención, porque tú me tienes así y no te das cuenta.

Andrei guardó silencio. El enfado desapareció y solo se enfocó en el rostro serio de Keiler. De pronto no supo qué decir.

Se sintió enfermo cuando descubrió que no le había molestado lo último. A decir verdad, hasta le gustó.

Malvado | BL © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora