Severe Social Anxiety [König x Lectora]

~[23]: Intoxicado por el pasado, parte I

Había pasado unos minutos desde que König había llegado a la sala médica. Ahora estaba dormido pacíficamente en su camilla respirando dificultoso por la intoxicación que le había dado.

En los exámenes que le había hecho Brayan, arrojaron que consumió una alta dosis de marihuana.
Su cuerpo al no estar acostumbrado a la sustancia y consumir tanta de un solo golpe, le provocó reacciones bastante adversas.

Ella lo miraba desde la silla que daba hacia la camilla del austriaco. La mesita de al lado había una caja de una píldora del día después abierta y un vaso con agua más abajo de la mitad.

No quería bebés.

Por eso se la bebió sin pensarlo dos veces.

Brayan le encargó a König, él se ocuparía del duo de estúpidos: Soap y Ghost.

Estos dos últimos estaban acurrucados el uno al otro en sus sillas mientras tenían la bolsita de suero intravenoso conectada a ellos.
Simon de brazos cruzados y Soap recostado al hombro de este.

__________ puso sus ojos nuevamente en su coronel, quien se le había acabado del suero y era hora de quitarselo. También una vez se le acababa el suero había que hacer que se despertara y preguntarle como se sentía.

Se acercó a él lentamente y empezó a desarmar los implementos.

Él se agitó al escuchar los ruidos.

‐Buenos días- saludó ella amablemente desconectando la intravenosa de la canalización en la mano izquierda de su novio. -¿Cómo te sientes?

Gruñó un poco entrecerrando sus ojos.

-¿Quién eres tú?- su voz era rasposa y ronca. -¿Dónde está __________?

Ella se echó a reír.

-Vaya, esos brownies te dieron duro, König- burló.

-Coronel.- agregó serio. No podía reconocer a la mujer que le hablaba pues la vista aún la tenía borrosa y las luces de la sala lo cegaban un poco.

Ella sonrió aún más por lo que dijo él. Por primera vez la "regaño" por haberlo llamado por el nombre.

-Ay coronel...- su tono era algo burlesco -¿No quiere lavarse la cara? Vomitó de camino aquí-

-No- su tono era seco. Parpadeó un poco más y pasó su dedo índice por unos de sus ojos tratando de aclarar la vista -¿Dónde está mi novia?

-Coronel, yo soy su novia- carcajeó, echó a la basura la bolsa de suero vacía.

Confundido entrecerró los ojos y efectivamente, ESA era su novia.

-Mi reina, lo siento mucho. No te reconocía- chilló preocupado cambiando el semblante a uno más suave como un cachorro.

La risa de la chica resonó bastante alta en la habitación.

-Esos brownies hasta ciego te dejaron, cariño- burló caminando al rededor de la camilla de él.

-Oh heiliger Gott.‐ dijo muy avergonzado por haberse comportado tan seco con su preciosa novia.

-Lo bueno de todo esto es que acabo de ver que no tengo que ponerme celosa de ninguna, me trataste tan seco como mis tetas- burló mientras se acercaba a él y le agarraba la mano. Esa enorme mano tan fuerte y callosa que le gustaba.

-Tus... tetas...- murmuró, se acordó de lo que había pasado anoche. Esos lindos senos que se cargaba su chica...

Jugosos, suaves...

-¡Hey! Coronel caliente- regañó algo coqueta pero bromista.

König cayó a la realidad.

-¿Y por qué debería tratar a otras mujeres al igual que te trato a ti?- sonrió tratando de ocultar que le habían excitado un poco los recuerdos que tuvo, mientras acariciaba con su pulgar la suave mano de ella.