Severe Social Anxiety [König x Lectora]

~[07]: Brazalete, parte II

Ella era tan dulce...

Como aquella vez en el campo de batalla, lo ayudó a relajarse nuevamente con respiraciones. La técnica del 4, 7, 8...

Podía ver la mano de ella sobre su hombro tratando de relajarlo y reconfortarlo. Era agradable, muy agradable, juraba que con solo la voz de ella podría calmarse.

—¿Se siente mejor, coronel?—

Él asintió algo nervioso pero se sentía algo más "confiado".

—Bien, si ya se siente mejor... explíqueme, ¿qué le ocurrió en la mano?— murmuró ella mientras le quitaba el guante a su superior y comenzaba a ver una cortada bastante profunda de lado a lado de la palma.

—D-Dos novatos... estaban... discutiendo— respondió aún algo afectado por su ataque de ansiedad.— Yo fui a ayudar y uno de ellos sacó su cuchillo.

—Y supongo que se cortó con ese cuchillo— agregó ________ mientras empezaba pasar un paño húmedo con agua tibia al rededor de la cortada.

—Así es— susurró suavemente, él solo miraba atento como ________ trataba su cortada que estaba algo sucia.

________ miraba atenta la mano del coronel König. Era grande... por no decir que gigante en comparación a la suya, podría decir que era una chica grande en comparación a otras, pero este tipo estaba a otro nivel. Sus manos eran fuertes, como las manos de un granjero o algo por el estilo y muy muy MUY jodidamente callosas, tan callosas que funcionarían para encender cerillos.

Ella rió un poco por lo bajo por esos tontos y bobos pensamientos que tenía.

König al verla sonreír sintió un bombeo en su pecho que lo hizo sentir vivo, bombeo que no sentía desde el instituto.
Daba gracias a dios que su cara estaba cubierta con esa capucha o si no, ________ vería una sonrisa algo distorcionada pero estúpida.

—Debe tener más cuidado, señor. Esas cortadas parecen no mortales pero igual pueden infectarse y llegar a algo peor...— murmuró ella mientras comenzaba a vendar la cortada de la mano de su superior.

—Es tut mir Leid...— susurró König suavemente.

¿Eso fue alemán?

No comentó nada, solo guardó silencio. Por alguna razón la voz de su superior en alemán sonaba bien, muy bien... mejor dicho, demasiado bien...

Rió un poco nerviosa sacandose de la mente esas boberías y terminó de vendar la mano del coronel. Suspiró y comenzó a recoger sus cosas enseguida, tirando a la basura las gasas de algodón manchadas en sangre con arenilla.

Y quitándose los guantes celestes también para tirarlos.

—Muy bien, señor. Ya está listo— ella le sonrió.

König se quedó en silencio viendola fijamente a los ojos, sentía como bajo su capucha empezaba a sudar.

Esta era su oportunidad de hablar mejor con ella, no la dejaría escapar. No ahora.

Cuando ________ se alejó para guardar las pinzas y demás utensilios médicos, König se levantó en silencio, dejando la bolsa con el brazalete en su interior sobre la silla en la que estaba sentado. Caminó hasta la salida rápidamente, pasó al lado de Ghost quien haciendose el dormido había visto todo bajo su máscara.

Simplemente no pudo decirle a ________ que ese detalle era para ella, pero al menos... sospecharía quien le había dejado eso allí, ¿no es así? Queriendo regresarse y darle de forma correcta el brazalete, se quedó de pie en la entrada, pensando en como hablarle pero esa maldita ansiedad le decía que haría el ridículo.

Se fue.

Cuando ella regresó, vio que el coronel ya se había marchado, se encogió de hombros con una sonrisa. Ya sabía que hacía eso.

Mientras continuaba recogiendo algunas cosas, vio una pequeña bolsita de papel sobre la silla en donde estaba sentado el coronel antes, una bolsita sellada con cinta adhesiva y una carita feliz muy minimalista dibujada con marcador negro en uno de sus costados.

________ sonrió enternecida. Era algo muy lindo pero enseguida supo que a lo mejor se le había caído al coronel de algún bolsillo, pero era sospechoso ya que estaba muy bien acomodada sobre la silla, como si quisiera que la encontraran.

"¿Debería abrirla?"

Otro capítulo humildemente ahí.  Xd