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- Mamá, tengo algo que decirte - Dijo Gael - Es algo muy importante. Algo que me ha costado mucho aceptar, pero que ahora estoy seguro de que es lo que soy y lo que siento.

- ¿Qué pasa, hijo? ¿Estás bien? - Preguntó Josefa con preocupación.

Gael respiró hondo y miró a su madre con nerviosismo. No sabía cómo iba a reaccionar Josefa al saber la verdad sobre su orientación sexual, pero ya no podía seguir ocultándola. Se armó de valor y se lo dijo.

- Sí, mamá, estoy bien. Lo que te quiero decir es que yo... - Dijo Gael haciendo una pausa mientras pasaba saliva - Yo soy gay.

Josefa se quedó en silencio unos segundos, procesando la noticia. Luego, se levantó del sofá y abrazó a Gael con fuerza.

- Gael, mi niño, sabes que te quiero mucho. No importa si eres gay o no, siempre serás mi hijo y yo siempre estaré orgullosa de ti. Lo único que quiero es que seas feliz y que encuentres el amor verdadero.

- Gracias, mamá. Gracias por entenderme y apoyarme. - Dijo Gael sintiendo un gran alivio al escuchar eso.

- No tienes que agradecerme nada, hijo. Es mi deber y mi placer como madre apoyarte. Y ahora dime, ¿hay alguien especial en tu vida?

- Sí, mamá. Hay alguien que me hace muy feliz. Es David - Respondió Gael.

- ¿David? ¿El mismo David que conocemos? - Exclamó Josefa sorprendida.

- Sí, mamá. Sé que suena complicado, pero él es un hombre bueno y noble. Y me quiere tanto como yo a él.

- Bueno, hijo, está bien... La verdad es que me sorprendió un poco saberlo, creí que tú y David estaban enemistados.

- Lo sé, mamá, es un poco complicado de explicar. Pero no te preocupes, David y yo nos cuidamos el uno al otro. Y estamos dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo por nuestro amor.

- Y yo estoy segura de que él te va a tratar como te mereces. Porque tú eres un gran hombre, Gael. Y mereces todo el respeto y el cariño del mundo.

Josefa besó la frente de Gael y lo volvió a abrazar. Gael se sintió aliviado después de confesar su homosexualidad a su madre Josefa y que su reacción hubiese sido positiva.

- Creo que también es importante hablarlo con el resto de la familia - Dijo Gael entusiasmado por el buen recibimiento de su madre.

Mientras tanto en el centro de rehabilitación, David ya se encontraba trabajando como todos los días.

- ¡Hola, David! - Se escuchó decir a Paloma en tono gentil, mientras se acercaba a David con una sonrisa - ¿Cómo estás?

- ¿Qué tal? Paloma, estoy muy bien - Respondió David amablemente devolviendo la sonrisa - ¿Cómo te ha ido aquí en el centro?

- De maravilla - Dijo Paloma con una sonrisa, mientras le tomaba el brazo con suavidad - Me estaba preguntando si ¿harás algo esta noche? Podríamos ir a...

- Lo siento Paloma - Interrumpió David, soltándose de su agarre con delicadeza - Tego planes para esta noche, saldré con mi novio Gael a cenar.

- Oh, de acuerdo - Dijo Paloma con una sonrisa fingida - ¿Celebran algo en especial? ¿Algún logro profesional o personal?

- Me dijo que tiene una importante noticia para compartir - Respondió David, con una mirada de ilusión - No sé qué será, pero espero que sea algo bueno.

- Está bien, entiendo. Que tengan una excelente cita, David - Dijo Paloma con una sonrisa forzada mientras se daba la vuelta y se alejaba.

- ¡Gracias! - Exclamó David, sin notar el tono amargo de su voz - Nos vemos pronto, Paloma. Cuídate mucho.

En su mente, Paloma ya estaba ideando un plan, seguirlos hasta el lugar de su encuentro, así, con algo de suerte y astucia conseguiría tomar fotografías de ambos juntos sin ser descubierta y enviarlas a la madre de David, Paloma imaginaba cual sería la reacción de doña Clara al recibir el anónimo, tal vez se enfadaría con David, tal vez lo rechazaría, tal vez lo obligaría a separarse de Gael. Cualquier cosa que pusiera fin a esa relación era buena para Paloma.

Así que, al llegar la hora de salida, sin perder tiempo, Paloma se dirigió al estacionamiento del centro de rehabilitación, se subió a su auto y esperó pacientemente. No tardó mucho en ver el auto de Gael aparecer y a David dándole un abrazo y un beso. Paloma sintió una punzada de celos y rabia al verlos tan felices. Encendió el motor y los siguió a una distancia prudente.

David y Gael se dirigieron a un restaurante lindo y acogedor. Paloma los vio entrar y se estacionó cerca. Bajó del auto y sacó un celular que llevaba con un número desechable. Se cambió de ropa, se puso una gorra y unas gafas oscuras para disimular su rostro. Caminó hasta el restaurante y se asomó por la ventana. Buscó con la mirada a David y Gael entre las mesas. Los encontró sentados en una esquina, tomados de la mano y sonriendo. Paloma aprovechó el momento y tomó una foto con el celular. Luego entró al restaurante y pidió una mesa lo más cerca posible de ellos. Se sentó de espaldas a ellos y fingió mirar el menú. En realidad, estaba escuchando su conversación.

- Te quiero mucho, David - Dijo Gael con ternura - Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

- Yo también te quiero, Gael - Dijo David con emoción - Eres mi alma gemela.

- Por eso quiero compartir contigo esta noticia - Dijo Gael con entusiasmo - Hoy le confesé a mi madre que soy gay y que estoy contigo.

- ¿Qué? ¿En serio? - Dijo David con sorpresa - ¿Y cómo reaccionó?

- Al principio se quedó en shock, no sabía qué decir - Dijo Gael con sinceridad - Luego me hizo algunas preguntas. Pero al final me dijo que me quería y que me apoyaba.

- ¡Qué bueno! Me alegro mucho por ti - Dijo David con alegría - Tu madre es una gran mujer.

- Sí, lo es - Dijo Gael con gratitud - Me gustaría que tú también le digas la verdad a tu madre.

Paloma no podía creer lo que escuchaba. Gael le había confesado a su madre que era gay y ella lo había aceptado. Eso era lo peor que podía pasar para sus planes. Si doña Clara se enteraba de que Josefa, la madre de Gael, ya sabía todo y no tenía problema, tal vez ella también reaccionaría de la misma manera. Paloma tenía que actuar rápido. Tomó otra foto de ellos dándose un beso y salió del restaurante. Corrió hasta su auto y buscó el número de doña Clara en su agenda, mismo que había robado anteriormente del celular de David, y le envió las fotos con un mensaje anónimo:

"Estimada doña Clara: Le escribo para informarle de algo que quizás desconoce sobre su hijo David. Él es homosexual y tiene una relación con otro hombre, Gael. Le adjunto unas fotos como prueba. Espero que tome las medidas necesarias para corregir esta situación tan vergonzosa e inmoral."

Paloma pulsó enviar y esperó unos segundos. Luego sonrió con malicia y pensó: "Ahora sí veremos qué pasa".

Nuestro Amor Invencible (Gael × David)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora