Nuestro Amor Invencible (Gael × David)

23.

Marena llegó muy temprano a la casa de Gael con una carpeta llena de papeles, fotos y muestras de tela. Tocó el timbre y esperó a que le abrieran la puerta. Estaba emocionada por ayudar a Gael a organizar su boda con David, el hombre que había logrado conquistar su corazón después de haber sido su rival por su amor.

Gael abrió la puerta y le sonrió al verla. La invitó a pasar y la llevó al salón, donde le ofreció un café. Marena aceptó y se sentó en el sofá, mientras Gael se sentaba frente a ella.

- Hola, Marena. Gracias por venir. ¿Qué traes ahí? - preguntó Gael, señalando la carpeta.

- Hola, Gael. De nada, es un placer. Traigo algunas opciones para tu boda con David. He estado buscando el lugar perfecto, el vestuario, el catering, la música y todo lo necesario para que sea un día inolvidable - respondió Marena, abriendo la carpeta y sacando algunos documentos.

- Wow, Marena. Te has esmerado mucho. Eres una gran amiga - dijo Gael, conmovido.

- No hay de qué, Gael. Sabes que te quiero mucho y quiero que seas feliz. Además, me encanta organizar eventos - dijo Marena, sonriendo.

- Bueno, pues vamos a ver qué tienes - dijo Gael, curioso.

Marena le mostró a Gael las opciones que había encontrado para cada aspecto de la boda. Le enseñó fotos de diferentes salones, jardines y haciendas donde podrían celebrar la ceremonia y la fiesta. Le preguntó cuál le gustaba más y Gael le dijo que le gustaría algo al aire libre, con un toque natural y romántico.

- Me gusta este lugar - dijo Gael, señalando una fotografía de la playa, rodeada de vegetación y palmeras, el suelo de arena y el mar al fondo.

- Es precioso - dijo Marena, asintiendo. - Es un lugar amplio en donde podrían colocar el altar y las sillas para los invitados. Además, ahí podrán bailar y disfrutar del banquete.

- ¿Y qué tal el precio? - preguntó Gael.

- Es razonable - dijo Marena. - No es muy caro ni muy barato. Además, incluye algunos servicios como la decoración, el sonido y la iluminación.

- Pues me parece perfecto - dijo Gael. - ¿Qué opinas tú?

- Me encanta - dijo Marena. - Creo que es el lugar ideal para tu boda con David.

- Entonces ya tenemos el lugar - dijo Gael, sonriendo.

Marena siguió mostrándole a Gael las demás opciones que había seleccionado para el vestuario, el catering y la música. Le mostró algunas fotos de trajes de novio elegantes y modernos, algunos ejemplos de menús variados y deliciosos, y algunas listas de canciones románticas y divertidas.

Gael le dio su opinión sobre cada una de ellas y juntos fueron eligiendo las que más les gustaban. Marena anotaba todo en una hoja de papel y hacía cálculos del presupuesto.

- Bueno, pues ya tenemos casi todo listo - dijo Marena, satisfecha.

- Sí, solo nos falta lo más importante - dijo Gael.

- ¿Qué es? - preguntó Marena.

- El anillo - dijo Gael.

Marena se quedó sorprendida y miró a Gael con expectación.

- ¿El anillo? ¿Ya se lo compraste? ¿Ya se lo diste? ¿Cómo fue? ¡Cuéntame todo! - exclamó Marena, emocionada.

Gael se rió ante la reacción de Marena y le contó cómo había sido su propuesta de matrimonio a David. Le dijo que David lo había invitado a cenar a su restaurante favorito y que le había pedido que se casara con él con un hermoso anillo de oro blanco con un diamante en el centro.

Marena escuchaba atenta y feliz la historia de Gael. Le dijo que era muy romántico y que estaba muy feliz por él y por David.

- ¡Qué bonito! - dijo Marena. - Me alegro mucho por ustedes. Son una pareja hermosa.

- Gracias, Marena. Eres muy dulce - dijo Gael. - Y gracias por todo lo que has hecho por nosotros. Eres la mejor.

- No hay de qué, Gael. Es un placer - dijo Marena. - Y ahora, ¿cuándo será la boda?

- Pues no lo hemos decidido aún - dijo Gael. - Queremos que sea pronto, pero también queremos que todo salga bien.

- Bueno, pues yo te puedo ayudar con eso - dijo Marena. - Podemos hacer una lista de las cosas que faltan por hacer y ponerles una fecha límite.

- Me parece buena idea - dijo Gael. - Así podremos organizarnos mejor.

- Entonces, ¿qué te parece si empezamos ahora? - dijo Marena.

- Vamos a ello - dijo Gael.

Marena sacó una libreta y un bolígrafo y empezó a escribir una lista de las cosas que faltan por hacer para la boda de Gael y David. Gael le ayudaba aportando ideas y sugerencias. Ambos estaban ilusionados y felices por el gran día que se acercaba.