Columba soltó el encendedor al suelo provocando una llama instantánea que de inmediato lanzó lejos a David. El fuego se extendió rápidamente por todo el centro de rehabilitación, consumiendo todo lo que encontraba a su paso. El humo y el calor se hicieron insoportables.
Columba se levantó del suelo y miró a su alrededor con satisfacción. Había logrado su objetivo. Había acabado con David y con todo lo que él representaba. O por lo menos eso creía.
Pero su triunfo duró muy poco. Las llamas también la alcanzaron a ella y la envolvieron en un abrazo mortal. Columba sintió un dolor inmenso y un terror indescriptible. Intentó apagarse a sí misma por todos los medios, pero nada funcionaba. Estaba atrapada en el infierno que ella misma había creado.
Columba gritó desesperadamente mientras el fuego la devoraba. Su último pensamiento fue para Gael, el hombre que había amado y odiado con igual intensidad. El hombre que nunca volvería a ver.
Mientras tanto, Gael se encontraba en el restaurante donde había quedado con David. Estaba sentado en una mesa junto a la ventana, mirando el reloj con impaciencia. Se suponía que David saldría de trabajar a las ocho y se reunirían para afinar los últimos detalles de la boda. Pero ya eran las nueve y media y David no llegaba.
Gael estaba preocupado. No sabía qué le habría pasado a David. No le había llamado ni le había enviado ningún mensaje. Su teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Gael temía que le hubiera ocurrido algo malo.
Gael decidió esperar un poco más. Pensó que tal vez David se había retrasado por algún motivo laboral o personal. Pensó que tal vez David le daría una buena explicación cuando llegara.
Pero David no llegó.
David estaba en el centro de rehabilitación, luchando por su vida. Había caído al suelo tras la explosión y se había golpeado la cabeza contra una mesa. Estaba aturdido y herido, pero seguía consciente.
David vio cómo el fuego se propagaba por todo el lugar, arrasando con todo lo que había conocido y querido. Vio cómo las llamas se acercaban a él, amenazando con acabar con él.
David comenzó a sentir que le faltaba el oxígeno. Lo único que podía pensar era en Gael y en su familia. Su madre, su hermana, sus sobrinos. Los recordó con amor y nostalgia, deseando haberles dicho cuánto los quería.
Lentamente, su garganta comenzó a cerrarse mientras gateaba por el suelo intentando salvar su vida. Buscó alguna salida, alguna esperanza, alguna ayuda.
Gael comenzaba a tener un mal presentimiento. Algo no estaba bien. Podía sentirlo. Así que decidió ir a buscar a David a su lugar de trabajo. Rápidamente abordó su auto y se dirigió al lugar.
Sin embargo, al acercarse, comenzó a ver una imagen terrible. Humo y fuego saliendo del edificio. De inmediato Gael se preocupó y llamó a emergencias en busca de ayuda.
- ¿Hola? ¿Emergencias? - dijo Gael, con voz angustiada.
- Sí, ¿en qué podemos ayudarle? - dijo una voz al otro lado de la línea.
- Por favor, necesito que vengan al centro de rehabilitación donde trabaja mi novio. Hay un incendio y no sé si él está bien - dijo Gael.
- Está bien, señor. ¿Cuál es la dirección del centro de rehabilitación? - preguntó la voz.
Gael rápidamente le proporcionó los datos necesarios del lugar al servicio de emergencia.
- Está bien, señor. Ya hemos enviado una unidad de bomberos y una ambulancia al lugar. Por favor, manténgase alejado del fuego y espere a que lleguen los servicios de emergencia - dijo la voz.
- Gracias, gracias - dijo Gael.
Gael colgó el teléfono y se bajó del auto. Corrió hacia los portones del centro de rehabilitación e intentó forzarlos sin éxito. Estaban cerrados con candado y no había forma de abrirlos.
Gael se desesperó y comenzó a gritar el nombre de David.
- ¡David! ¡David! ¡Dónde estás! ¡Contéstame! - gritaba Gael.
En lo que la ayuda llegaba, David escuchó a Gael gritar desde el otro lado de los portones. Reconoció su voz y sintió una mezcla de alegría y angustia. Gael había venido a buscarlo. Gael estaba vivo. Pero también estaba en peligro.
David recobró las pocas fuerzas que le quedaban e hizo su mayor esfuerzo por intentar llegar a un lugar más seguro. Se arrastró por el suelo, evitando las llamas que lo rodeaban. Buscó alguna ventana o alguna puerta que pudiera romper para escapar.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Amor Invencible (Gael × David)
FanficGael Torrenegro y David Alejo, descubren que más allá de la rivalidad por el amor de Leona Bravo, todo este tiempo en realidad estaban buscando la atención uno del otro. [Historia en construcción, espera nuevos capítulos]