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David y Gael llegaron al restaurante a la hora acordada. Era un lugar elegante y acogedor, con una decoración moderna y una iluminación tenue. El restaurante favorito de Gael.

David había hecho una reservación con anticipación y les asignaron una mesa cerca de la ventana. Desde ahí podían ver el atardecer y el paisaje urbano.

Se sentaron en la mesa y pidieron de beber un vino tinto, brindaron por su amor y por su futuro.

- Te amo, David. - Dijo Gael con una voz suave y un brillo especial en la mirada.

- Y yo a ti, Gael. Y yo a ti. - Respondió David mirándolo a los ojos.

Luego pidieron sus platos favoritos. Comieron con apetito y conversaron con alegría.

Conversaron sobre temas variados, acerca del día de cada uno, del trabajo, de sus proyectos personales, de sus sentimientos, etc. En un momento salió a colación el tema del teléfono de Paloma, ahí David se enteró de que Gael se lo había entregado a Luis, el detective, para que lo llevara con un perito informático; David aún mantenía cierto grado de incredulidad, no creía que Paloma tuviera algo que ocultar, sin embargo, Gael y Marena pensaban lo contrario, y eso también lo hacía dudar de Paloma.

Se desarrolló una cena normal, llena de risas y conversación. Pero en un momento de la cena, el mesero llegó con un postre de chocolate, el favorito de Gael. Era una esfera de chocolate que ocultaba algo en su interior.

- ¿Qué es esto, David? ¿Qué es este postre? - Preguntó Gael con admiración.

- Es una sorpresa, Gael. Es tu postre favorito. Rompe la esfera y verás lo que hay dentro. - Dijo David con nerviosismo.

- Está bien, David. Está bien. Voy a romper la esfera. - Respondió Gael con expectación.

Gael tomó la cuchara y golpeó la esfera de chocolate. La esfera se rompió dejando ver lo que había dentro.

Era un anillo de compromiso, brillante y hermoso.

Gael se quedó atónito al ver el anillo. No podía creer lo que veía.

En ese momento, llegaron unos mariachis y empezaron a tocar una canción romántica.

David se levantó de su asiento y se acercó a Gael. Le tomó la mano y le miró a los ojos.

- Gael, te amo con todo mi corazón. Eres el hombre de mi vida y quiero estar contigo para siempre. Quiero casarme contigo, Gael. Quiero hacerte feliz. - Dijo David con pasión.

- ¿Qué? ¿Qué me estás diciendo, David? ¿Me lo dices en serio? - Preguntó Gael, tartamudeando, mientras sus ojos comenzaban a volverse cristalinos por la emoción.

- Sí, Gael. Es en serio, te estoy pidiendo matrimonio. - Dijo David con certeza - Porque ahora es el momento. Es el momento de demostrarle al mundo nuestro amor.

- Te amo, David. Te amo tanto. - Dijo Gael con ternura.

- Entonces, Gael. ¿Cuál es tu respuesta? - Preguntó David con expectación.

Gael miró a David y le sonrió con lágrimas en los ojos. Le abrazó con fuerza y le besó.

- Sí, David. Sí me quiero casar contigo. - Respondió Gael con alegría.

David y Gael se fundieron en un abrazo y se miraron con amor.

La gente en el restaurante se dio cuenta de lo que estaba pasando y se pusieron de pie. Aplaudieron y vitorearon a la pareja. Les felicitaron y les desearon lo mejor.

- ¡Felicidades! - Gritaron algunos.

- ¡Qué bonito! - Exclamaron otros.

- ¡Vivan los novios! - Corearon otros.

David y Gael agradecieron el gesto y se sintieron felices y orgullosos. Habían dado el primer paso para su matrimonio.

Nuestro Amor Invencible (Gael × David)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora