CAPÍTULO OCHO:
Necesitaba un corazón más duro que el que tenía así que Nikolai se aseguró de darme uno durante aquellos días.
Recuerdo con certeza sentirme engañada y ingenua, como un crío que prueba el agua fría por primera vez pensando que será un baño caliente. Si bien es verdad que jamás le pregunté al príncipe sobre sus experiencias románticas, él dejó bastante claro que jamás se había enamorado de una chica antes ni había sentido nada parecido al amor romántico por nadie, así que cuando admitió que había tenido relaciones con una prostituta me quedé bastante aturdida.
Él era un príncipe y a veces se me olvidaba que yo era su escudera. Entre todas las risas, los barcos y las escapadas involuntarias en caballo, yo seguía siendo su servidora y él seguía siendo mi superior. Jamás podría vencer el poder de una corona con un lazo espiritual como el nuestro, y estaba segura de que Nikolai jamás soltaría su cercanía al trono por mucho que se alejase de él.
Mientras marchábamos hacia Kerch tenía miedo de lo que se venía porque ya no podía verle de la misma manera, así que hice lo que todos se esperarían de mí; ignoré a Nikolai durante días.
Durante ese tiempo, eché de menos Ravka y la casa de Timur, y eso me hizo sentirme culpable. Me había olvidado totalmente de él, de su corazón y sus sentimientos apasionados hacia mí. Había sido el primer chico en declarar sus intenciones conmigo, y yo había barrido sobre sus halagos como si de un suelo sucio se tratara.
Y desee volver, y desee que cuando volviera él aún me quisiera, ya que si Nikolai no sabía cómo hacerlo, alguien debía hacerlo en su lugar.Me sentí tan poco amada que solamente rezaba a Los Santos para que apareciera alguien que me quisiera, fuera quien fuera.
Y entonces Andrei tocó a la puerta de mi camarote.
—Pasa.—Dije.
La puerta se abrió mientras guardaba mi libro de física en mi cajón. Levanté la mirada.
—Oh, Andrei.—Sonreí.—¿Ocurre algo?
—Ya sabes, llevo unos días dándole vueltas a un asunto.—Canturreó por lo bajo.—¿Puedo pasar?
Asentí.—Claro. Sí, claro.—Asentí de nuevo y di palmadas a mi lado, en la cama. Cuando tomó asiento, le miré.—Dime, ¿hay algo que pueda hacer por ti?.
—Siento preguntártelo, capitana.—Me dijo, yo fruncí el ceño.—No quiero sonar entrometido, pero...—Pensó durante unos instantes.—A ver...
—Andrei, dime lo que ocurre y te ayudaré con ello.—Insistí.
—Quería saber qué tipo de compromiso tenéis el capitán y tú.—Habló rápido, pero con la suficiente soltura para que yo pudiera entenderle.
Me pareció raro sentir como si aquella pregunta hubiera estado practicada, por la monotonía de su voz y la repentina tranquilidad, como si al sacarlo por sus labios se hubiera librado de un gran peso.
Me quedé mirando sus rizos, pelo castaño y bonitas pecas. Era un chico guapo, tenía ese tipo de belleza que podría llegar a ser envidiable para alguien más.Sin embargo, me sentí abrumada por la pregunta, y pesé durante varios segundos la respuesta porque yo tampoco sabía qué decirle. Éramos amigos, era su servidora pero a la vez su igual cuando estábamos fuera del barco. Cuando estábamos dentro y él era Sturmhond siempre dejaba que yo tomase las decisiones, como si confiase ciegamente en mi juicio. Y podía decir que ese barco se regía por mis reglas, disfrazadas como suyas.
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CROWN OF BOUNDS - nikolai lantsov
أدب الهواةCOB | CORONA DE LAZOS Dónde en un reino roto con un príncipe desaparecido y una sombra acechando a la luz, la corona queda sostenida por un lazo. shadow and bone's NIKOLAI LANTSOV x FEMALE OC