~Capítulo 17

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Habían transcurrido 100 días desde que Yoongi simplemente decidió alejarse del Reino para seguir los deseos de su corazón. A su lado, Taehyung le había dado días felices y aunque sabía que no había forma de que eso durara por siempre, porque en algún momento debería enfrentarse a su destino, decidió cerrar los ojos y entregarse completamente.

-¡Majestad, mire lo que he conseguido!

Taehyung corría hacia él tan alegre como siempre, en su mano traía un canasto lleno de raíces, hojas y flores silvestres.

-¿Harás te, Taehyung?

El ojiazul sonrió achinando sus ojos.

-¡Así es! Espere aquí, volveré en un minuto.

Yoongi volvió a sonreírle viendo como Taehyung desaparecía para ir hacia la cocina. Habían estado viviendo tranquilamente todo ese tiempo lo más alejados del pueblo y por suerte, salvo Hoseok, nadie conocía su paradero. En el fondo le hacía sentir culpable, pero su búsqueda de una solución lo había retrasado bastante. El palacio aún no era un caos, o eso piensa, Jungkook había tomado el cargo durante su ausencia, por supuesto nadie lo tomaba por muerto aún y simplemente habían expandido el rumor de que el rey se encontraba en una campaña de guerra en los territorios vecinos.

Sabía que su tiempo se estaba acabando, que el dolor en su pecho seguiría expandiéndose hasta que el veneno llegara a su corazón, pero hasta entonces haría todo lo posible por proteger a Taehyung de su destino.

Por supuesto, aún no se olvidaba de Jimin y todo lo que había implicado dejarlo solo. Sabía que quizá el chico ya no seguiría vivo, pero protegió que lo resolvería todo y por supuesto, sabía que Jungkook debía estar guardandole un gran rencor.

Claro que nada de eso debió pasar, que los hechos se fueron de sus manos pero que Jimin viviera un amor trágico jamás fue parte del plan.

Parecía que todos sus personajes cobraban vida propia y elegían su propio destino, uno al que él estaba muy ajeno y no podía prevenir.

Estaba asustado de lo que podría pasar si se demoraba más tiempo.

-Esta listo.

Ni siquiera fue consiente del momento en que Taehyung dejó junto a él las tazas de té que prometió y se sentó a su lado. Tomó una de ellas y agradeció su dulce sabor.

-¿Qué tal?

-Te ha quedado genial, ¿dónde aprendiste?

Taehyung sonrió orgulloso como un niño.

-Se algunas cosas, majestad.

-Siempre me sorprendes.

-Por cierto, ¿en qué pensaba?

Yoongi volvió a dejar el té a un lado, meditando cuánto debía decirle a Taehyung a partir de ahora y lo que sería mejor callar.

-¿No piensa en regresar, verdad?

-¿Y si el reino me necesita?

-¡Yo lo necesito aún más!

El ojiazul se sonrojó y apartó la mirada. No era justo que siempre tuviera que hacerse a un lado y no poder ayudar a Yoongi como deseaba, pero también tenía miedo de lo que podría pasarle si le dejaba volver. Aún podía recordar lo fría que se había hecho la mirada de Jungkook en el pasado y su corazón dolía.

¿Acaso aún tenía sentimientos por el príncipe? En todo caso, estaba seguro que esos sentimientos se habían hecho diminutos con el tiempo. Ahora solo deseaba proteger al hombre que lo abandonó todo por él y hasta la fecha seguía sin pedirle nada a cambio.

The king's heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora