Aquella mañana, como todas las que llevábamos Marcus y yo compartiendo cama, me desperté siendo prisionera de sus brazos.
-Marcus.... -comencé con voz suave. -¡Marcus! -Exclamé cuando todos mis intentos por despertarlo no dieron resultado.
-Siempre te despiertas con un humor de perros. -Dijo soltando su agarre.
-¿Cómo te despertarías tú si unos brazos no te dejaran moverte?- Pregunté mientras me deshacía de las mantas y me incorporaba .
-No lo sé... supongo que depende de quién fuera la propietaria de esos brazos... -El movimiento de sus cejas dejaba en claro que aquello era una clara indirecta.
-¿Sabes? -Dije haciendo caso omiso de su insinuación. – Si algún día tenemos una urgencia no sé que haré para despertarte, seguramente te maten antes de que yo consiga hacerte salir de la cama... o incluso antes de que consiga salir yo - dije horrorizada ante tal posibilidad.
-Eso tenlo por seguro... jamás abandonaría tu cama por nada del mundo. -Respondió volviendo a cerrar los ojos.
-Eres asqueroso... -No había forma de hablar enserio con aquel hombre.
-No, no lo soy... aunque igual el hecho de que puedas confundirme con mi hermano sí que me resultaría algo... desquiciante... -Dijo pensativo.
-Oh créeme, jamás podría confundirte con tu hermano... no te pareces en nada a él.
-No quiero contradecir a una dama, pero, no sería la primera vez que nos confundes...
-Ni se te ocurra volver con esas, en aquella ocasión ni sabía que James tenía un hermano, y aun así supe que algo no estaba bien contigo.
-En realidad somos tres... -Dijo haciendo caso omiso al resto de mi discurso.
-¿Sois tres? Santo cielo... -Exclamé intentando imaginarme a tres como James... bueno más bien a otro como él. -Dime qué el tercero se parece a James... El mundo no podría soportar dos personas como tú.
-A pesar del parecido que mantengo con mi hermano, soy único amor...
-Eso no te lo niego. -Respondí mientras comenzaba a destrenzar mi cabello.
-Y no, no somos los tres iguales, James y yo sí, pero Emmet es más diferente. Él no podría hacerse pasar por ninguno de los dos. Y suele tener un humor espantoso. -Agregó como dato importante. -Me sorprende que James no te contara...
-La verdad tenemos cosas más importantes que hacer que conversar sobre nuestras familias. -Justifiqué a James.
-No se supone que los compañeros se conocen a fondo.... -Marcus había comenzado a vestirse, pero de vez en cuando dirigía una mirada furtiva hacía mí.
-Nos conocemos todo lo bien que es necesario. Y ahora... cámbiate deprisa, necesito que venga una doncella a ayudarme.
-Creo que yo podría hacer su función la mar de bien....
-¿Sabes hacer recogidos? -Pregunté con la intención de espantarlo.
-No soy tan malo en ello. -El hecho de que se rascara la cabeza algo avergonzado mientras lo decía, me dio a entender que realmente sí sabía hacerlos.
-Como no tengas una hermana que justifique eso no sé si quiero saber ....
-Adoro a las mujeres... -Dijo besando mi hombro.
-Eso ha quedado más que claro. -Respondí apartándome con brusquedad. -Ahora date prisa.
Llevábamos tres días en aquella fiesta, y como era de esperar la gente trasnochaba mucho y no había un alma que se despertara antes del mediodía. Incluso nosotros pecábamos de ello. Seguir el ritmo de esas personas no era tarea sencilla, y menos cuando aun con todas las artimañas posibles nos veíamos obligados a beber más de lo deseado.
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LA VIDA TRAS LA MENTIRA
Fiksi SejarahAnna Sparkel, más conocida como Madam Austen, no ha tenido lo que se dice una vida corriente. Tras la muerte de su madre, su padre, un alto cargo del servicio secreto, contra todo pronóstico decide hacerse cargo de su educación. Aquella sencilla de...