~|CAPÍTULO 34|~

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Amber.

—¡Pareces retrasada!—chilló haciéndome dar un respingo, algo fastidiada — No puedes mover las piernas de ese modo, debe haber gracia,  habilidad y elegancia en...

—¡Agh!—me exalté, exsperada—Eres incluso más insoportable de lo que creí. ¿Qué te pasa? ¿Crees que por darme clases puedes tratarme así?

—Te doy clases gratis , Amber Diangell, puedo tratarte como se me antoje.

—Me das clases para poder suicidarte después , no seas gilipollas.

—Mis objetivos no importan, importa que no tienes la más mínima pisca de gracia para ser caballero. Cómo mucho podrías ser soldado, pero caballero....

—¡Es que no sabes enseñar!

—¡O tal vez simplemente tú no sabes aprender!

—Venga ya ¿Te estás escuchando?

—Cierra la boca , atención en la espada.

Volteé los ojos y di dos estocadas más al maniquí en movimiento. Una le tocó las costillas pero no le hizo daño. Harta de los gritos de Damon ofendiéndome al fondo di una estocada final y la espada se clavó en el —según creo— corazón del muñeco. Comencé a gritar, brincando de felicidad.

—Chúpate esa, Damon— le grité al chico detrás de mí que seguía con los brazos cruzados. 

—No ha sido un mal ataque, pero estás lejos de ser profesional.

—Vete a la mierda, ha molado muchísimo.

Él volteó los ojos y sacó la espada del pecho del muñeco con hastío y me la lanzó. La tomé con temor a cortarme, cosa que hizo que bufara.

—¿Qué?—pregunté, mordaz.

—Nada.

—Suéltalo de una vez. Odio que te guardes los comentarios despectivos hacia mí. Se te dan de maravilla cuando quieres.

—Es que es estúpido que hagas todo esto porque quieres ser líder de la caballería real y tengas miedo a cortarte con una espada.

Levanto las cejas.

—¿Lo dice el experto en cortadas de espadas, no?—pregunto con sorna y los brazos cruzados.

Él sube una de sus cejas.

—De hecho , sí.

Sonrío de lado.

—¿Me dejas ver tus cicatrices?—pregunto, relajando las facciones. Él se tensa.

—Solo alguien las ha visto, no me gusta mostrarlas. 

Suspiro.

—Damon, lamento decirte esto de nuevo, pero creo que estás haciendo lo contrario a lo que Darikson te pidió cuando estaba muriendo. — me dedica una mirada mordaz— Estás cerrándote al mundo, arreglando ese muro que él dijo que había roto y estás pensando en acabar con tu vida.

Él tensa la mandíbula con los ojos cristalizados.

—No sabes de lo que hablas , me conoces hace un par de días.

Volteo los ojos.

—He conocido lo suficiente.

Él me mira.

—Eres un chico genial, Damon Subak...Perdiste a tus padres, tenías un tío distante y te refugiaste en las armas y el sexo desenfrenado para escapar de eso. Llegó alguien que te hacía querer ser diferente y el destino te lo quitó. Es normal que estés así de cerrado. Pero normal no quiere decir que esté bien . Y sí, quiero ser jefa de los caballeros, pero no por mí. Quiero mostrar que las mujeres servimos más que para criar niños y atender casas. Leí que hubo una época en que teníamos más derechos , antes de la Tercera Guerra mundial, pero luego los hombres se aprovecharon de la escasez de feministas y volvieron a tomar el control. Hay que destruir eso. Así como hay que destruir lo que estás pensando— me agacho junto a él. Lleva unos segundos sentado en el suelo.

El lado oscuro de  la corona © ✔️ [+21] [Oscura Monarquía #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora