Antonella.
Me remuevo con Evelyn encima de mi abdomen sentada a horacajas mientras se ríe. A nuestro lado, Rodrigo juega con una almohada y sonríe. He pasado casi toda la mañana aquí con ellos , para darle una tregua a la niñera. Guillermo se fue temprano, dándome un beso casto en los labios mientras creía que seguía dormida. Cuando cerró la puerta me quedé mirando al techo y , después de darme una ducha , fui a ver a la niñera a ver qué tal estaban los niños. Estaban despiertos en las camas , mientras la niñera dormía en el sofá, en una posición incómoda, presa del cansancio. Le dejé una nota diciéndole que los niños estaban conmigo.
—Ma...má— la pronunciación de Evelyn me hace dar un salto en seco y quedarme con la espalda en el espaldar de la cama.
Ha dicho su primera palabra.
Y ha sido <<mamá>>.
—¿Qué has dicho, Evelyn? ¿Acabas de decir mamá, cariño?—le pregunto con lágrimas en los ojos. Sus cabellos negros le caen en los hombros en pequeños mechoncitos.
Rodrigo nos mira, sereno. Sigue riendo con su almohada pero yo estoy llorando cuando Evelyn repite con mayor seguridad:
—Ma...mamá.
Sonrío con los ojos rebosantes de lágrimas.
—Soy yo, amor, soy mamá ...
Evelyn me mira, tiene los de Guillermo, azul cielo. Rodrigo tiene los míos, un poco más oscuros. Acerco al chico a mí y siento a cada uno en uno de mis muslos. Ellos se miran y se despotrican algo en su idioma bebé que no entiendo y me hace sonreír. Soy consciente de que deberían hablar más a su edad, pero ... después de todo lo que han pasado....no me sorprende que no hablen. Me sorprende sin embargo que Evelyn acabe de decir mamá.
—¿Y tú, Rod ?— acaricio las ondas azabaches que se desploman en su frente. —¿Cuál será tu primera palabra, mi vida?
La puerta se abre y Guillermo entra, está algo sudado. Sus ojos viajan en la escena y la mujer enamorada que aún vive en mí se derrite cuando sonríe.
—¿Qué hacen reunidas mis tres personas favoritas? —cuando pregunta eso , el cansancio en su voz es evidente, ha pasado algo. Lo sé.
Trato de no dispersar mi buen humor.
—Evelyn...ha dicho su primera palabra, Guillermo.— le cuento. Sus ojos se ensanchan y sus hoyuelos se ven cuando sonríe .
—¡Eso es genial, princesa! — sonríe— ¿Y qué ha dicho...?—pregunta sentándose en la cama.
—Ha dicho mamá —digo con lágrimas en los ojos.
<<No estuve con ellos tanto como merecían...>> Me recuerda mi subconsciente. <<No merezco que me llamen mamá>>
Guillermo se acerca y sonríe y me tenso cuando pasa uno de sus brazos alrededor de mis hombros. Me atrae hacia él y trago saliva , tensa. Sus labios ponen un beso en mi frente y luego hace lo mismo con los niños. Rodrigo sonríe a carcajadas cuando Guillermo le hace cosquillitas en el cuello, no sabía que las tenía. La sonrisa de Rodrigo nos hace reír a los dos y Evelyn se burla de su hermano cuando le saca la lengua. El momento se torna íntimo, familiar y tan tierno que se me estruja el corazón.
¿En serio hay esperanza? ¿Aún puedo tener una familia con el hombre que amo?
Sacudo esos pensamientos de mi cabeza y miro al hombre a mi lado.
—¿Qué ha pasado?
Él frunce el ceño.
—¿A qué te refieres?
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El lado oscuro de la corona © ✔️ [+21] [Oscura Monarquía #1]
Ficción General[BORRADOR DEL 2022 SIN EDITAR] «OSCURA MONARQUÍA» PRIMER LIBRO. SINOPSIS. Para Antonella Subak la vida era simple antes de estudiar en Lonkred. Era una princesa que vivía con los mayores lujos y estaba destinada a portar sobre su cabeza la corona...