Capítulo 26

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ISABEL


Antes de siquiera bajar, escuche una voz que se me hace familiar y al asomarme desde la planta de arriba que da al vestíbulo vi a Benjamín casi gritándole a Olimpia. Bajo rápidamente para calmar la situación porque estaba haciendo un escándalo y me pongo enfrente de él, su cara no es la misma que suelo ver, una amigable y sonriente, esta vez está lleno de rabia ¿qué narices ha pasado aquí?

—Benjamín, para—digo firme y él retrocede en silencio, Olimpia está igual de desconcertada que yo así que deduzco que la causa de su enfado no es de ahora—. Es mejor que te vayas, ya hablarás con ella cuando estés calmado.

No parece estar convencido pero no le queda otra, que desastre, no me hacía falta nada de esto y menos con la situación actual aún que no debería meterme en estas situaciones, ya que en el pasado cuando trataba de arreglar cosas o discusiones de otros, la cosa empeoraba. Tengo que dejar de meterme en situaciones ajenas, pero a veces lo hago inconscientemente.

​​—¿Qué pasa?​​—Le pregunto, pero ella sigue igual de desconcertada​​.

​​—Ha llegado ese amigo suyo y le ha empezado a gritar​​—me explica Iván llevándome aún lado​​—. Tú lo conoces, ¿es así siempre?

​​—No, las veces que me he encontrado con él era totalmente diferente, más amable y es un buen chico​​—le cuento​​—. ¿Por qué lo preguntas?

​​—No por nada​​—comenta​​—. Solo ten cuidado con él, no me transmite mucha confianza.

​​—¿Acaso estás preocupado por Olimpia?​​​​—levanto una ceja.

​​—Interpretalo como quieras​​—esboza una sonrisa.

Ha estado raro estos días y aunque no le haya preguntado antes se que ronda por su cabeza ¿De verdad estará interesado en ella? ¿Tal vez la vea como una buena amiga? Es raro ver a alguien así, no es que no se preocupe por nadie, pero las maneras son diferentes. La verdad es que he notado que ha estado más amable y trata de brindarle apoyo, me resulta extraño porque hace mucho que lo veo actuar de esa manera. Pese a lo haya pasado antes, Olimpia ha resultado ser una buena persona, no ha actuado con nosotros de mala manera ni tampoco ha hecho nada de lo que sospechar de ella, si es verdad que al principio no la aceptaba pero no la conocía, ahora puedo decir que se ha convertido en alguien con la que contar.

Es increíble la manera que ha entrado en nuestros corazones.

​​—¿Algo que contarme?​​—vuelvo a donde está ella​​—. Eso ha sido muy raro teniendo en cuenta vuestra relación.

​​—¿Qué me vas a contar?​​—se nota que está molesta, pero siento que eso no es todo​​—. Dios, me estoy volviendo loca.

​​—¿Ahora te das cuenta?​​—ella me fulmina con la mirada​​—. ¿Qué pasa?

​​—Es raro, pero...​​—se acerca más a mi, como si fuer a contarme un secreto de estado​​—. ¿Crees que sospechar de un amigo está bien?

​​—¿Cómo dices?​​

​​—Benjmaín me ha mencionado algunos sucesos que han pasado que solo sabemos tus amigos, tu y yo​​—me explica​​—. A menos que a ti se te haya escapado de la lengua, no hay manera de que se entere.

​​—¿Quién te crees que soy?​​—pregunto sorprendida y abriendo más lo ojos​​—. Me podrán pasar muchas cosas, pero jamás hablar de casos confidenciales.

​​—Pues con esa respuesta me quedo más preocupada​​—suelta cruzándose de brazos pensativa​​—. ¿Entonces cómo lo sabe?

Buena pregunta pero no quiero que se emparanoie más, bastante tiene con lo de navidad como para que ahora sospeche de su amigo también. De todas maneras ahora tengo que ir a mi casa, recordé que debe de haber cámaras de seguridad por la zona en la que vivo así que iré a ver si hay suerte. Mientras Cristina e Iván están investigando jsjdneife, Mttahew no puede venir así que aprovecho que Olimpia está aquí.

Entre la rebeildía y la libertad (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora