-Lidia no tienes que preocuparte, ayer Sergio me acompañó al medico no te estreses más.- digo al teléfono. Se escucha la respiración de Lidia antes de que hable.
-Pero que haces otra vez en terapia hoy no lo entiendo. Siento que me está ocultando algo.
- Es que... Ayer el psicólogo no estaba y pues he tenido que volver, tengo que entrar ya ¿vale? No te preocupes.
-Vale pero ¿estas bi..- Cuelgo el teléfono antes de que acabe porque no me apetece responder a la pregunta.Entro en la sala del psicólogo y está vacía así que cojo asiento, toda la habitación es blanca, los muebles rústicos y en la mesa hay una carpeta con mi nombre. Al abrirla la primera palabra que veo hace que cierre directamente la carpeta y me siente.
"Inestable"
'Anda, eso es nuevo' pienso, y entonces se abre la puerta.
-Buenos días, tu debes de ser Lara.- Una mujer que no conozco se desplaza por la consulta sin mirarme.- Enrique esta de baja, así que seré tu psicóloga hasta entonces. Soy Laura.
'Lo que me faltaba.' La mujer me mira ahora de reojo y se sienta. Repasa la carpeta que hay en la mesa. Tiene el pelo recogido en una coleta larguísima y no aparenta tener ni diez años mas que yo. Al mirarme me sorprende la primera pregunta que me hace.
-¿Eres feliz, Lara?