LO SIENTO

REENCUENTRO

IRENE

Decido comenzar mi cambio al instante, el día de ayer no podía hacer porque no sabía el horario, pero mi celular, el cual fue rescatado fue mi salvación en instantes.

Decido ir a la escuela con el apoyo de un bastón blanco, el cual me dieron en el hospital para mi suerte.

Me sorprendió que mi madre quisiera seguirme y guiarme, pero quería hacer esto sola.

Me alegra tener mis sentidos en buen estado, podía escuchar hasta el más mínimo movimiento, por ese motivo lograba alejarla hasta que se dió por vencida y se despidió para irse a casa.

Puedo hacerlo sola, debo hacerlo sola, aprenderé a hacer las cosas sola en mi condición.

SEULGI

Me había ido ni bien me alisté a la casa de Irene, quería ver si podía ayudar en algo desde lejos, lo que no esperaba era verla salir para dirigirse a la escuela. Fue sorpresivo.

Su madre la seguía por detrás, pero me dí cuenta de que tenía buenos oídos, lograba alejarla rápido, se notaba su nivel de confianza en ir sola.

Pero para eso estoy yo, la protegería sin importarme nada, debía de remediar mis errores.

Se sabía el camino a la escuela de memoria, no se le hacia difícil aquello, eso me hacía sentir orgullosa e impresionada.

Aunque el único problema aquí era que estaba caminando por la pista y había un conductor de mierda, el cual a pesar de verla venía a toda velocidad así que corro en su dirección para jalarla a la acera y mantenerla a salvo,lo único que recibí fue un agradecimiento rápido antes de seguir su camino.

La ayudo a escoger el bus indicado, puede confundirse en ello, por eso le pedía al conductor que indicara su destino.

Ya en el vehículo le busco un asiento libre y la guío sin decir palabra alguno, no quería que me reconociera.

Al llegar antes de que dijeran algo solo les pedí a los cercanos que pasen la voz, no quería que le dieran la chance de saber quien soy yo, eso causaría problemas. Claro que todos me miraban confundidos ante lo pedido, pero no podía decirles que rogué por su accidente.

La maestra había llevado a Irene a la oficina para que puedan coordinar su estadía, yo las seguí sin que se dieran cuenta, necesitaba darme a conocer.

- Irene, puedes seguir viniendo a la escuela, pero necesitas un acompañante, no puedes estar sola. - le indica. - Necesitas que alguien te ayude dentro o fuera, puedes pedirle a uno de tus compañeros o a tu madre.

- Yo puedo sola maestra, no necesito a nadie para ayuda, además, no tengo a nadie a mi lado ahora.

Me dolió escuchar lo último, pero ahora me tenía a mi, yo apoyaré.