SEULGI
Estábamos a pocos minutos de saber el resultado de la cirugía y créanme, seguía hecha un manojo de nervios.
Si bien Irene me dijo que no desesperara saben muy bien que cualquiera que estuviera en mi situación sería un torbellino de emociones buenas como malas. Yo tenia que estar preparada para cualquier resultado, yo podría gritar de felicidad o dolor y debo de acompañarla sea cual sea lo que dio Dios como respuesta.
IRENE
Le dije a Seulgi que toda la cirugía seria un éxito, pero no puedo darlo por hecho, el más mínimo error podría darme resultados negativos, pero me juré no desesperarme porque mi novia se pondría en una lamentable situación y no soportaría escucharla dolida.
SEULGI
- Ahora daremos a conocer el resultado. - dicta el médico. - Mantenga los ojos cerrados señorita Bae.
- De acuerdo.
Tengo las manos en gesto de rezo mientras observo como quitan la venda poco por poco, los ojos son delicados y los médicos lo saben, ellos son los expertos en la materia.
- Listo. Por favor abra los ojos y díganos el resultado señorita Bae.
Con lentitud abre los ojos mientras parpadea apuntando al frente, yo estoy aquí así que quiere verme.
- Sea cual sea el resultado, no te dejaré de amar.
- Ni yo a ti. - sonríe mientras cubre sus ojos.
Los segundos se me hacen eternos, quiero saber el resultado rápidamente. Quita su mano de su vista y me mira, o eso es lo que creo.
- Sigues viéndote como una tonta Seulgi. - ríe.
- ¿Irene? ¿Puedes verme? - lanzo las preguntas rápidamente.
- Sí, sí puedo verte a la perfección, pero la luz de ahora me está matando. - bromea.
Los doctores bajan la iluminación de la habitación, lo cual hace que ella los mire y les agradezca por su arduo trabajo, ellos contentos por el resultado de su labor, la cual dio frutos positivos. De igual manera, les agradezco y se retiran para darnos espacio.
- Creo que es hora de que me acerque a abrazarte y besarte.
- No sé que hacías quieta en tu sitio. Estaba esperando ello. - estira sus brazos.
La tomo entre mis brazos y le doy vueltas por la habitación entre lágrimas de felicidad, yo me rompí, todo por la alegría que traía a mi vida y a la de ella.
- Llorona. - trata de ocultar sus lágrimas.
- Tú también estás llorando.
- Mentirosa. - sonríe.
La dejo sobre la cama mientras me siento a su lado mirando detenidamente su rostro, sus ojos, su nariz, sus labios sonrientes.
- Eres la mujer más hermosa del mundo entero. - tomo su rostro. - No sabía que tenía mucha fortuna.
- La que debería decir eso soy yo. - me da un corto beso. - No sé qué he hecho para tenerte a mi lado en mis peores momentos.
- Quizás el odio que nos teníamos nos hizo estar juntas. De seguro Dios nos puso en este camino para saber cómo nos comportaríamos.
- Y el resultado fue que nos enamoramos la una de la otra.
- Es un buen resultado. - sonrío.
- Ahora nos verá en todo momento besándonos. - bromea.
- Será un bello escenario. - la beso.
Ella profundiza el beso a todo poder, yo más que encantada, quería besarla con mucha profundidad, con mucho amor y con mucho tiempo mientras me abraza y yo acaricio su rostro sin perderme cada zona.
- Te amo Seulgi. - se aleja para tomar aire.
- Y yo a ti Irene. - le doy un corto beso. - En casa podemos seguir con el beso.
- No puedo evitar querer besar tus labios ahora que los veo. - se avergüenza. - Son hermosos.
- Niña coqueta. - la vuelvo a besar.
Y así superamos la primera valla que se nos puso en el camino, la pasamos y seguimos avanzando nuestro camino.
Solo espero que no nos vengan más problemas.
HERMOSAS LAS NOVIAS
NOTA DE LA ESCRITORA:
Algo pequeño por ahora chiquis, al menos ya llegué a arreglar 50 hojas del Word hasta este capitulo.
Ahora me quedan 100 más porque me di cuenta que hice 150 hojas, no 200, pero igual me da un ataque tener que corregir el desastre de escritura.
Denme tiempito.
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LO SIENTO
FanfictionPrimera historia de la saga A veces los enemigos pueden ser amigos y los amigos pueden enamorarse ¿Verdad?