ERES HERMOSA

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IRENE

Desperté temprano para poder saber si se había despertado, su respiración o quizás algún breve sonido podía indicarme aquello, pero al tocarla suavemente no obtuve nada.

Vuelvo a hacerme bolita esperando por su despertar porque no puedo siquiera verla, ni siquiera puedo decir que la veré por última vez, no puedo ver ni siquiera un rostro dudoso o sonriente, no quiero esta vida.

[•••]

No sé qué hora es, solo sé que un médico llegó para darme una galleta para desayunar y se lo agradecí.

- Ella va a despertar señorita. No se ponga así.

- ¿Me puede hacer un favor?

- Lo haré si puedo.

- Mi mamá ha pagado todo el tratamiento ¿Verdad?

- Correcto.

- No le diga a la señorita Kang que tuvo visitas. Como no va a poder recordar entonces sería lo mejor.

- Las posibilidades de que despierte recordando también están. - se oía algo molesto porque yo no confiaba en ello.

- Es mejor que no recuerde a la culpable de todas sus heridas.

- Entonces ¿Qué debería decirle?

- Que solo pasó una persona a apoyarla con los gastos, no más.

- De acuerdo.

- Gracias.

Sé que le debe de haber molestado aquello, pero como persona debe saber que puedo causarle aún más dolor a Seulgi.

- Disculpa...

Su voz se escuchaba baja, recién despertaba.

Volteo y finjo poder mirarla bien intentando recordar la distancia.

- Buen día señorita Kang.

- ¿Dónde...?

- Tuvo un accidente automovilístico, por eso se encuentra en el hospital.

- Entiendo...

No decía mi nombre, lo cual me indicaba que no me recordaba.

- ¿De casualidad la conozco...?

Acerté, no me reconoce.

- No, no me conoce.

- ¿Entonces...?

- Solo soy una persona que entra de curiosa a algunas habitaciones para verificar que no haya alguna ocurrencia en estos. 

No sé si fue una buena mentira, pero espero que me crea.

- ¿Por qué llora?

- Porque soy una llorona. - bromeo.

Ríe suavemente, eso me ponía tranquila.

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