SEULGI
Ni bien aterrizamos nos dirigimos a mi casa, era mejor pagar luz y agua antes de algunos días en un hotel, adicional a ello, quería que ambas nos sintiéramos cómodas.
Desayunamos algo ligero antes de ir al hospital y preguntar por el trasplante, los resultados saldrían en una hora así que decidimos esperar en la sala de espera del hospital, queríamos saber los resultados de inmediato.
- No podemos dejar pasar la oportunidad, debe ser lo más pronto posible.
- Entonces mañana se haría el trasplante. - añado feliz.
- No tenemos donante por el momento.
Demonios, eso no me acordaba, necesitamos algún donante, de lo contrario el plazo se alargará y mi novia ya no podría ver nada de por vida.
- Tendremos un mes de espera señoritas.
- Separe la fecha doctor, lo conseguiré pronto.
- No te preocupes amor, esperemos pacientemente. - toma mi mano. - No estamos apuradas.
Nos despedimos y volvemos a casa, me siento frustrada para ser sincera, pero debemos esperar, eso es lo único que queda, pero me preocupa demasiado, necesito el donante lo más pronto posible.
- Amor, no te preocupes.
- Quiero que veas todo lo que hay a tu alrededor.
- Ya me acostumbré un poco a no visualizar, no te preocupes si no sale como deseamos.
- Quiero que salga como deseamos.
- Entonces esperemos sin preocuparnos, pero eso sí, no quiero que dones tu vista ¿Entendido?
- Me quitas mi último plan. - la abrazo. - Pero acataré aquella orden.
No quería preocuparla. Irene deseaba que yo siga guiándola si es que no llegara a ver de por vida, confiaba en mi y yo en mi capacidad.
[•••]
- Hace tiempo que no escucho tu voz Seulgi. - se hacía presente la voz masculina, la cual era de mi confianza.
- Lo mismo digo Mark.
- ¿Qué puedo hacer por ti?
- Es hora de que me hagas un favor ¿Lo recuerdas? - no me gusta estar en deuda, pero necesito su ayuda.
- Perfectamente.
A Mark lo conocí de pequeña, yo iba a defenderlo de los alumnos mayores, quienes solo lo molestaban por ser de baja estatura, eventualmente nos volvimos amigos y quedó en deuda conmigo.
- Necesito córneas. - directo al grano.
- Dos semanas a más tardar. - era una buena noticia.
- ¿Cuánto es?
Necesitaba pagar su labor de todas maneras, no podía pedirle nada gratis.
- Para una salvadora solo el taxi.
- Hablo enserio Mark. - no me gusta deberle a nadie.
- Tómalo o déjalo. - se divierte con mi respuesta.
- Te enviaré algo de comer. - suspiro perdiendo.
- Me encanta ese trato.- se escucha alegre.
- Espero tu llamada.
- No problem.
- ¿Cómo estás?
Hace años que no sé de su vida, me gustaría escuchar que ya no tiene problemas.
- Un casado feliz.
- Felicitaciones friend, aunque solo eres un par de años mayor que yo. - me siento feliz por él.
- Lo que hace el amor con un sugar.
- ¿Es enserio? - me sorprendió.
- Uno no puede negar a un papi churro. - siempre coqueto mi amigo.
- Idiota.
- ¿Qué hay de ti? - pregunta curioso.
- Con pareja, recién novias y quiero las córneas para ella.
- Voy a acelerar todo, no te preocupes. - me da seguridad en su respuesta.
- Cuento contigo.
- Por cierto... debo colgar, si me ve hablando cariñoso con alguien me mata. - bromea.
- Pisado.
- Solo estoy cansado para un castigo. - suspira.
- No quiero detalles. Hasta luego. - tengo que detenerlo.
- Hasta luego. - cuelga entre risas.
Es refrescante hablar con un viejo amigo.
Ne enteré de su labor por chismes y me terminó confesando por mensaje que sí y que me quedara callada, nunca se lo he comentado a alguien y no lo haré nunca porque soy fiel a mi palabra.
Vuelvo a la cama para dormir abrazando a la mujer que amo con todo mi corazón.
- Te amo.
- Y yo a ti.
- ¿Te desperté?
- En realidad, no puedo dormir sin ti a mi lado. - sonríe.
- Me gusta ello. - beso su mejilla. - Ahora me tienes cerca. Descansamos.
- Buenas noches.
- Buenas noches.

ESTÁS LEYENDO
LO SIENTO
FanfictionPrimera historia de la saga A veces los enemigos pueden ser amigos y los amigos pueden enamorarse ¿Verdad?