IRENE
La verdad que ni bien desperté supe realmente la verdad de mi condición, era horrible el no poder ver nada, era mi perdición, no podría hacer nada sin ayuda y me perdería de muchos momentos inolvidables, quería hacer muchas cosas y el accidente me las arrebató en un solo instante.
No era la primera vez que yo había estado en el hospital, antes vine por un esguince de muñeca porque yo había estado realizando malos movimientos de estiramiento, lo cual me pasó factura, pero ni pasó mucho tiempo de recuperación y aprendí a hacer lo correcto.
Quiero morir. Eso fue lo único que pensé en aquel momento.
Desaparecer. Quería huir, quería desaparecer de la faz de la tierra.
Asco. Fue lo que sentía de mi misma y sabía que esa palabra caminará a mi lado si seguía andando.
Dolor. Mi pecho se sentía vacío, todo lo que me generaba alegría, pocas cosas, no podría hacerlas más y nunca pude sentir todos mis sentimientos.
No sé cómo logré llegar al último piso sin que nadie sospechara, ya era mi momento, moriría siendo la peor del mundo entero.
- Por fin soy libre, ya no voy a complacer a mi madre, tendré una vida normal después de esto.
La libertad era algo que he deseado desde hace muchísimos años desde que mi madre solo me ha dado razones para complacerla en vez de complacerme a mi misma con mis acciones.
- Tendré que dejar el piano aunque me guste, pero todo es culpa de mi madre, si no fuera por ella nunca me habría pasado esto, he perdido toda mi vida por ella, pero viviré feliz en el otro mundo ¿Verdad?
Amo el piano como no se lo imaginan, lo amo mucho.
Al comienzo fue porque lo descubrí como un hobby, pero después ella al ver mi talento comenzó a sobreexplotarlo, lo cual comenzó a estresarme, pero no podía decirle que no, no quería problemas.
Siempre deseé ser feliz, nunca he querido odiar al mundo, pero lo he hecho, ni siquiera he podido hacer amigos, nada, todo el mundo me odia.
No espero, no podía ver, eso me daba mayor valentía al momento de tirarme, pero todo se fue a la basura cuando alguien me detuvo y comenzó a decirme muchas cosas, el cómo la vida debía continuar, que nada estaba culminado, todo podía ser posible, pero lo último me dejó pensativa.
- Creo que sí puedes encontrar el amor, sólo necesita el chico ser sabio y ver qué tipo de persona eres realmente.
Me llevó a mi habitación de manera inmediata, no sabía su nombre, solo su apellido, Kang, una señorita quien creo que es una buena persona, pero yo ando diciendo estupidez y media haciéndome la fuerte.
- Gracias, espero hacer que realmente reflexiones, me has alegrado el día conociéndote, ahora me voy.
Había sido la primera vez que alguien me decía que era feliz por el simple hecho de conocerme, me había impactado, nunca me había esperado aquellas palabras, era dulce de su parte.
No pude evitar sonreír al oír la puerta cerrarse ante su salida, no sé si podría decir esto, no sé si es lo correcto, pero ¿Significa que ahora somos amigas? Me encantaría escuchar su voz nuevamente, me hace sentir bien.
[•••]
Al día siguiente me dieron de alta, no era de gran importancia, tampoco era como si quisiera ver a mi madre, pero sí necesitaba a alguien que me movilizara.
- Voy a dejar el piano, no quiero seguir complaciéndote.
Ni bien llego a la casa quiero dejar las cosas muy en claro.
- Quiero vivir una vida que a mí me guste, yo amaba el piano pero por tu culpa ahora lo odio. - cuento la verdad. - También te quería decir que no quiero tu ayuda para nada, sé que estoy ciega, pero haré todo yo sola, no quiero depender de ti para nada, mañana voy a ir a la escuela sola.
- Haz lo que quieras, no voy a interferir.
La verdad es que quería unas mejores palabras, pero no puedo hacer nada, así serán las cosas desde el día de hoy.
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LO SIENTO
FanficPrimera historia de la saga A veces los enemigos pueden ser amigos y los amigos pueden enamorarse ¿Verdad?