Mi última carta

15 3 14
                                    

Crees que todo se viene abajo pero no es así, ahí es donde empieza lo que a la vez es nada. No estás haciendo nada solo existes, vives el día a día soñando...muy lejos de la realidad. Mientras lejos te gritan pero no puedes entender lo que te dicen; y aunque a veces esa voz se quiere hacer más fuerte y consigue perturbarte, tú sigues porque aún ella sigue siendo débil y tú fuerte, porque solo cargas con la realidad que te tocó vivir; una realidad egoísta donde la comunicación nunca existió y el rencor se apodera de tus emociones.

Y las heridas se van curando pero aún no han cicatrizado y con cualquier tropiezo te vuelves a lastimar, lloras hasta no poder más, tomas aire y ya no duele tanto, vas y te levantas con la esperanza de ser más fuerte.

Y llega un punto en el que te odias a ti mismo hasta llegar a odiar tu existencia misma.

Y la empiezas a escuchar cada vez más cerca y más clara. La tristeza se está volviendo protagonista, la mente empieza a consumirte y cada vez te estás perdiendo más a ti misma.

A veces piensas que eres débil pero sabes que en el fondo no es así. Quieres huir para salvarte; y en el camino sientes que te estás hundiendo más. Caes y colocas un pie para levantarte de nuevo como muchas veces lo has hecho ya; pero recuerdas qué aunque te levantes nada va a cambiar, que la realidad que ya no es la misma de antes ahora pesa más, ahora duele más...porque ahora es tu peso el que estás cargando, te has convertido en una carga más para tu mente. Llega un momento en el que entiendes que a pesar que el mundo te ayuda a alimentar tus miedos y tu dolor, eres tú quien lo está haciendo crecer, y eres tú quien debe detenerlo.

Entonces te aferras a algo que es tan fuerte que por más que te hundes siempre va a aparecer una luz mostrándote la salida, esa luz te da aliento para que no te rindas para que salgas de ahí y sigas intentando llegar cada vez más lejos.

Colocarte a ti como prioridad siempre y dejar de vivir para y por los demás es el primero paso que das de intento para empezar a amarte a ti. Empiezas a buscar en ti primero que en los demás, porque llegas a la conclusión que no quieres dejar de existir con insatisfacción y frustración por no haber hecho lo que te hacía feliz. Porque es en ese momento que entiendes que...no es amar esta "vida", es amar tu vida.

Alejas de ti lo que le agrega más peso a tus hombros porque llegas a ese estado mental en el que entiendes que compararnos con los demás por cualquier cosa, es tan insignificante en este mundo cruel; donde con eso solo estamos logrando sumar más sufrimiento a nuestra existencia.

***

Hija, te amé pero ya estoy tan cansada que no puedo más, vive hasta donde puedas, y nunca dejes de sonreír, porque tu sonrisa es lo más hermoso que tuve en mi tormenta. Sé que no te faltará amor, eres privilegiada y mi más hermoso regalo.

***
Quise encontrar en ti la paz que siempre busqué y por un momento me sentí tranquila, sentí que había descansado que por fin estaba a salvo, pero no fue así caí y estoy tan cansada que no he podido levantarme.

Lo intenté pero no pude, sé que no merezco tu perdón por abandonarlos pero si en algo puedo aliviar tu dolor, cuando la tristeza se apodere de ti recuerda que contigo está una parte de mí, que en sus ojos está el brillo de la inocencia que me enamoró de ti.



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LA ÚLTIMA LUZ DEL DÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora