Capítulo 5

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Busqué por varias partes a mi prima y nada que lograba encontrarla entre tantas personas, hasta que escuché que alguien me llamó, me di media vuelta para ver de quién se trataba… Ya habían pasado aproximadamente dos años que no lo había vuelto a ver, desde aquella tarde en la que mi padre perdió la posibilidad de seguir caminando, desde aquella tarde que me condené… No podía negar lo bien que se veía con esa camisa blanca, tenía el cabello desordenado y esos ojos de un color tan claro como los de mi prima, razón por lo que su padre no gustaba de él.

—Mi Itza, te ves hermosa ¿Como has pasado? ¿Cómo está tu madre?¿Cómo sigue tu padre?—. Tío Armando, me da gusto volver a verte—. Buenas tardes, Zeus.

—Mi niña, ¿por qué estás sola?—. Estoy en busca de Ghersú, no la he podido encontrar.

Me sentía tan miserable, tan poca cosa cuando él no me respondió y solo me observaba en silencio, habían pasado algunos segundos que para mí fueron muy lentos, cuando su voz se escuchó, fría, y sin ninguna expresión en su rostro.

—En el jardín, hace un momento la vi, estaba tomándose fotos con algunas personas.

—Iré a buscarla, gracias. Me dió gusto volver a verlo, tío—. A mi igual, hermosa.

Aquel sentimiento de…frustración, se convirtió en rabia, mis ojos ardían de la rabia que sentía en ese momento, por lo estúpida que fui al terminar en el hueco en el que estoy y todo por un imbécil que nunca le importé en absoluto. Como parte de mi castigo me prometí a mí misma que jamás volvería a fijarme en nadie, que jamás mis ojos volverían a brillar de la misma forma que alguna vez brillaron, y que aquello que siempre había querido, quedaría solo en mi mente hasta el último día de mi vida; hasta que mi cuerpo fuera enterrado porque yo ya estaba…yo ya estaba muerta.

Ya iban a ser las 7:00 p. m. Y me dirigía al jardín en busca de mi prima cuando sentí que un liquido había mojado mi pierna y con ello el pantalón empapado de una bebida. Era lo único que me faltaba, me repetía una y otra vez en mi mente.

LA ÚLTIMA LUZ DEL DÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora