El Legado De Poseidón ᕯ Bounprem ᕯ

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"Ciudad De Atlántida"

Desde la muerte de La Reina todos habían sido encerrados en sus propias casas, nadie podía salir gracias a la orden que había dado él general Chawali.

Él general todavía no había podido encontrar a su hijo y peor aún, no sabía en donde podía encontrar al heredero de la sangre de Poseidón, para poder matarlo.

Todo su plan se había a la mierda desde que su hijo dejó Atlántida y también cuando dejó escapar al segundo príncipe, que a pesar de no poder ascender al trono, era quien más tenía voz de voto para estos casos. Tenía que matarlo.

— ¡general! — grito un guardia entrando a toda prisa, al salón del trono —

Él general Chawali que se encontraba sentado en el trono, lo miro con el ceño fruncido.

— ¿que sucede? — pregunto bastante arrogante él general — ¡habla ya!.

— se trata del capitán Ohm — dijo más que nervioso él guardia — después de su discurso señor, él capitán Ohm se vio muy sospechoso y unos cuantos guardias decidimos seguirlo — hizo una pequeña pausa para luego volver hablar — él capitán Ohm esta ayudando al príncipe heredero, él sabía donde estaba desde el principio.

Al terminar de decir aquello, la sonrisa del general se ensanchó y mando a reunir a todos los soldados que habían en el castillo.

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Ya la mayoría se había quedado dormido, habíamos tenido un largo día en él océano, nos divertimos, nadamos, exploramos y en mi caso se podría decir que reforce mi relación con Prem.
Yo aún no me había podido quedar dormido y lo único que podía hacer era ver el hermoso rostro de mi prometido, que se encontraba durmiendo entre mis brazos.

El día había sido grandioso, pero sentía que algo no estaba bien o por lo menos sentía que algo estaría por pasar, no quería pensar de más pero mi cuerpo se sentí inquieto esperando por algo.

Suspire mirando el relajado rostro de Prem y deje un beso en su frente. Con cuidado me fui alejando de él para poder levantar me de la cama sin que él se despertara, no quería incomodar sus sueños con una inquietud mia.

— ¿por qué me siento así? — me pregunte a mi mismo una vez que había salido de la habitación — tienes que relajarte.

Volví a suspirar y camine por el pasillo hasta llegar a la parte frontal del yate.
Mire mi celular y pide ver que eran las cuatro de la mañana.

El viento golpeo mi rostro y mire hacia el horizonte, todo se veía calmado y por alguna extraña razón eso me daba miedo y no sólo era el hecho del silencio, si no que también me daba miedo quedarme solo.

— ¿qué haces despierto? — oí la voz de mi hermano a mis espaldas y gire un poco para verlo — deberías estar durmiendo.

— eso debería preguntarte yo a ti — dije regalándole una sonrisa, para luego mirar otra vez al frente — solo quería un poco de aire fresco.

Noeul se puso a mi lado y sonrió recibiendo el viento en su cara.

Todavía no podía creer que tenía un hermano, pero eso me ponía feliz ya que era él único familiar de sangre que me quedaba.