capítulo 4

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Brooke llegaba a su casa con todos los materiales de la tienda de Elisa Sawyer con el corazón en un puño.
Por el camino, había hecho una pequeña parada más, en el mercado en donde ya están cerrando las tiendas, menos las más pequeñas, una de ellas, la de los animales para comprar un par de palomas.

Cerraba la puerta tras de sí y se disponía a dejar todo ese material encima de la mesa del comedor, sintiendo sus pulsaciones cada vez más fuertes, chocando contra su pecho.
Tragaba saliva, y soltaba el aire comprimido mientras iba cerrando todas las cortinas en las ventanas dejando el salón a oscuras.

Encendía la luz para prepararlo sin dejar de pensar en toda la información recibida.
Primero, fue al cuarto de baño y llenaba la bañera con agua caliente, sabiendo que más tarde quedaría tenue o fría, pero no helada.
Encendía velas blancas por todo el baño y echaba laurel, salvia y otras especies de purificación, colocando sus cuarzos por los estantes dejando en medio de ellos, una cruz y una imagen de un arcangel, más concretamente, San Miguel.

Salía del cuarto de baño y se dirigía de nuevo al comedor sintiendo ese nerviosismo que le recorría el cuerpo entero.
Sus piernas, estaban como gelatina y sus manos temblaban sin parar.
Sacó de la bolsa todos los materiales y empezaba a organizarlo todo en su sitio, colocando las velas rojas y negras por el suelo, haciendo un círculo con tiza en donde se colocaría ella misma, sacando los versos que debería decir y cogiendo una de las palomas que estaba en una de las cajas de cartón introduciéndola en el círculo.

Cogía aire mientras se quitaba su colgante de protección y la cruz de Abby, cerrando los ojos momentáneamente al saber que debía colocarlas fuera del comedor, salía de nuevo, entraba en el cuarto de baño y lo ponía encima de la encimera, sintiéndose como idiota por no haberlo hecho antes, pero era de esperar, ella nunca había hecho algo así.
Volvía al comedor y cerraba la luz, quedándose con la tenue luz de las velas ante una oscuridad que la ponía cada vez más nerviosa.

Con decisión, daba los primeros pasos hacia el círculo, se adentraba en el y se sentaba con piernas cruzadas entre sí mientras pasaba las páginas del pequeño libreto que le había entregado Elisa.
Encontró lo que necesitaba para averiguar quién era la bruja que había estado rondando a Abby y cerraba los ojos lentamente después de memorizar un par de veces el verso.
Cogía aire de nuevo mientras intentaba calmarse a si misma por lo que estaba a punto de hacer, era cruzar una línea demasiado peligrosa y aunque estaba aterrada, sacó fuerzas de donde no las tenía.

Cuando por fin se sintió tranquila después de unas cuantas aspiraciones profundas, empezó a notar esa ligera sensación de trance, que le indicaba que estaba preparada.

Comenzó a pronunciar el verso ;

Imploro omnes spiritus tenebrarum ut me in inquisitione deducas. magam, quae dæmonium vocatur, ligantem ad puellam nomine Abigail.

Empezaba diciendo mientras cogía ahora la paloma y un cuchillo con su otra mano, soltaba dos suspiros más.

Per commutationem offero tibi hoc sacrificium ad pascendum te in processu et da mihi faciem tuam.

Concluía justo al pasarle el cuchillo por el cuello a la paloma, haciendo que gotas de su sangre, salpicaran en su rostro, brazos, piernas y suelo, sintiendo la calentura incluso en sus labios por el acto.

Esperaba unos segundos, no pasaba nada, minutos, tampoco.
Apretó su sien, frunciendola pensante en que se habría equivocado, pero no, todo estaba correcto.
Abría sus ojos lentamente, parpadeaba inconsciente, confusa por no obtener absolutamente nada, suspiró con profundidad e hizo mueca mientras bajaba los hombros con descontento;

— Esto es una mierda.

Ante esa frase y el silencio, las velas hicieron llamarada, una brisa la volteó y en el acto, sus ojos se quedaron totalmente en negro mientras su mente viajaba hacia el pasado.

ÍNCUBO 2 : La venganza de Brooke ( TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora