capítulo 14

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Anya contemplaba a Brooke que estaba bajo los efectos de un somnífero y en medio de un círculo dibujado por ella en donde intentaba por todos los medios que el demonio no pudiera entrar en su mente, cosa que intentaba sin éxito.
En la mente de Brooke, se encontraba en una lucha contra Assaro, que la perseguía por todas partes con humor mientras ella intentaba escapar.

— No se ni para que te molestas. — Le decía bufando con gracia por la situación.

Envuelta en un saquito de tela, se sacaba una hoja cuidadosamente doblada, escrita en latín y encabezada con el anagrama de la medalla de San Benito, con los conocidos dípticos:

— ¡Recedite, satana. vanitates non mones me. Haec venena bibis. Mala sunt quae offeras. Crux sancta mea sit lux. Et draco non ducat me!
( Retírate, Satanás. No me aconsejes vanidades. Bebe tú esos venenos. Son malas las cosas que brindas. La cruz santa sea mi luz. Y que el dragón no me guíe.)

Decía mientras caminaba de espaldas sin dejar de mirarlo.

Se reía en carcajadas y empezó a actuar como en una obra de teatro, haciendo como si se quemara. — ¡ no! ¡ Por favor! ¡ No lo hagas Brooke! — Gritaba y reía al mismo tiempo.

— ¡ Christus vincit, Christus regnat, Christus me defendat ab omni malo. Mali et damnati daemones in nomine sanctorum nominum Dei: Messias, Emmanuel, Soter, Sabaot, Agios, Ischiros, Athanatos, Jehovah, Adona, et Tetragrammaton, eiecimus te et separamus te ab hac creatura mea!
(Cristo vence, Cristo reina, Cristo me proteja contra todo mal. Malvados y condenados demonios, en el nombre de los santos nombres de Dios: Mesías, Emmanuel, Soter, Sabaot, Agios, Ischiros, Athanatos, Jehovah, Adona, y Tetragrámmaton, os arrojamos y separamos de esta criatura de mi).

Reía más fuertemente mientras ella se daba la vuelta con impotencia, dejando salir desde lo más profundo de su garganta, un quejido que lo hacía reír más elevado.

— Con lo fácil que sería para ti dejar hacer y así no perderías ni tiempo ni energía, de verdad, que pérdida de tiempo. —
Comenzaba a correr mientras giraba de vez en cuando la cabeza para verlo detrás de ella con amplia sonrisa y al volver a mirar hacia delante, se lo encontraba frente a ella, cogiéndola por los hombros y dejándola paralizada. — Bueno, ya me he cansado Brooke, te toca darme lo que quiero.

Agrandó sus ojos al ver como se acercaba a ella más y más, con la poca fuerza que tenía, le propinaba un rodillazo en sus partes íntimas esperando a que cayera de rodillas al suelo.
Assaro elevó su ceja al notar la rodilla en su miembro, miró la zona y luego a ella de nuevo.

— ¿ Ya está? ¿ Has terminado?

Brooke agrandaba más sus ojos, su rostro palideció, encontrándose en la boca del lobo que estaba a punto de comérsela.
Sin rendirse, le escupió en la cara y Assaro la giró levemente, se limpió el escupitajo con mueca y suspiró.
Sin decir nada, le propinó una bofetada que la lanzaba en el aire haciéndola chocar contra la pared y caer al suelo.

Apretó sus dientes con enfado. — Me estas agotando la paciencia bruja. — Volvía hacia ella y se le colocaba encima. Le agarró las muñecas con sus manos a cada lado de su rostro, sin apenas hacer esfuerzo por ello, para luego elevarlas hasta que se unieron por encima de su cabeza y las atrapaba con una sola mano mientras que con la otra, la pasaba por encima de su torso llegando hasta su parte íntima. — Si te dejaras hacer por las buenas, todo te resultaría más agradable, pero parece que no entras en razón. Voy a tener que entrenarte y no se si eso será más divertido o lo que voy a hacerte ahora. — Le comunicaba mientras le rompía los pantalones y sus bragas por la mitad, dejándola totalmente a su mercer. — Si, vamos a averiguarlo. —
Decía eso último y la hacía gritar con desespero y dolor al sentir su miembro dentro de ella.

ÍNCUBO 2 : La venganza de Brooke ( TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora