CAPÍTULO 3 - Siguiendo el rastro

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Tenía ganas de conocer finalmente la casa de Leon. Nunca había estado ahí y le intrigaba saber cómo era. Sí había estado en la vivienda del rubio pero eso había sido hace mucho tiempo atrás cuando vivía en el domicilio anterior a éste, cuando aún eran amigos y no habían tomado caminos separados.

Helena aparcó el carro en frente del edificio. Ella ya había estado ahí y conocía el camino de memoria. Claire bajó del auto y levantó la vista para ver el lugar. No parecía ser gran cosa, era un edificio con 10 pisos color gris oscuro rodeado por más de sus pares.

-Andando, Sherry nos está esperando arriba- comentó Helena.

Entraron al edificio y subieron al ascensor, donde la morena marcó el 6° piso. Cuando llegaron a su destino se encontraron la puerta del departamento de Leon abierta. Una vez adentro Claire pudo ver a la joven Birkin, que ni bien miró a su figura materna esbozó una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Claire!- le dijo emocionada mientras corría a los brazos de la activista-. Me alegro tanto de verte.

-Yo también me alegro- le dijo para luego separarse del abrazo y poner su majo en la mejilla de la rubia-. ¿Cómo estás?

-Bien, tratando de sobrepasar todo esto- le decía mientras extendía los grazos y giraba su cuerpo para señalar el lugar. Sherry se miraba alrededor mientras trataba de pensar las palabras más adecuadas a la situación-. Pero no todo es malo, ¡vamos a trabajar juntas!

-¡Sí, lo sé!- le respondía con exclamación.

-Ejem- tosió Helena para arruinar el momento; ambas mujeres miraron hacia su compañera- perdonenme si las interrumpo, pero tenemos trabajo que hacer. ¿Qué encontraste, Sherry?

-No mucho, todo parece estar en su lugar, como si nunca nadie hubiera venido. Dudo mucho que Leon haya estado aquí desde que desapareció.

Para ser un agente del gobierno Claire se esperaba mucho más del lugar. Era un departamento medianamente pequeño con un salón principal y dos puertas al costado, del otro lado una cocina pequeña con un frigorífico. El living estaba adornado con un sillón largo verde y un televisor atornillado a la pared. Las puertas daban al dormitorio y una habitación de huésped. Amobs lugares estaban incorporados con un baño y ducha.

-Está bien. Helena, empieza a buscar en la sala y en la de huésped, yo mientras veo el dormitorio, tal vez logremos encontrar algo.

-A la orden, jefe- le respondió sarcasticamente.

Entró a la habitación de Leon y miró alrededor. Laz luz entraba por la ventana mientras dejaba al descubierto una cama de doble plaza. Vio que al otro lado había un retrato arriba del velador; la pelirroja dio toda la vuelta y se sentó en la cama para ver a foto.

La imagen le sacó una sonrisa, era una foto de Leon junto a una joven Sherry que rondaba los 18 años. Ambos estaban sonrientes y en medio de un parque. Ahí recordó esos tiempos en donde la pequeña Birkin quería decidir qué hacer de su vida y había decidido ser agente como Leon. Ella se había opuesto a la idea y trató de persuadirla pero no había caso, ella había resultado ser terca como Claire.

«Supongo que tiene un poco de sangre Redfield».

Escuchó alguien tocar la puerta vio a Sherry parada sobre la puerta.

-¿Todo bien?

Claire asintió.

-Solo estaba mirando aquí- le dijo mostrandole el retrato. Sherry caminó y se sentó al lado de la pelirroja mientras miraba la foto y apoyaba su cabeza en el hombro de la activista.

-Recuerdo ese día, Leon había vuelto de una misión importante en España y vino a visitarme. Vio que estaba de mal humor y convenció a mis cuidadores en dejarme salir a pasar el dia con él. Me sorprendí cuando me dijeron que podía ir pero seguro Leon tuvo algo que decir al respecto.

Resident Evil - La CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora