CAPÍTULO 18 - Hacia la boca del lobo

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Se quedaba sentado al borde de la cama expectante de lo que iba a venir. Ya estaba por amanecer y en cuestión de horas estarían en camino hacia el desafío final. Se embarcaría en camino al edificio a buscar a Simmons junto a sus compañeros y seres cercanos en una misión que mostraba un panoraba no tan alentador. Sin embargo confíaba en sus habilidades y en las del resto del grupo, todos habían sido entrenados para este tipo de situaciones, incluso Jake  y Claire quienes no tenían entrenamiento militar pero sí experiencia en ataques biológico.

Su mente se quedó en esta última persona, la noche anterior había sido de las mejores noches de su vida. Haber pasado tiempo con la pelirroja sin duda fue de lo mejor que experimentó; no creyó que pasar tiempo con ella podía ser tan satisfactorio y que fue aún mejor gracias al sentimiento que tenía por ella.

Nunca se había sentido así, cada pensamiento era sobre ella, cada recuerdo de Claire lo hacía sonreír y saber que podían estar juntos era un sueño muy placentero. Pero era eso nomás, un sueño, un deseo que temía ser efímero a la hora de considerarlo en serio. Todo dependía de cómo iba a terminar ese mismo día.

Sintió unas manos suaves deslizándose por su espalda hasta llegar a sus hombros. Miró a su izquierda y vio que sobresalía el rostro de una espléndida mujer que le sonreía y apoyaba el mentón en su hombro izquierdo.

-Hola- le saludó Claire.

-Hola, ¿dormiste bien?

Redfield asintió. Habían pasado la noche juntos en la habitación del motel, no de la forma en que ellos querían ya que guardaron sus energías para la misión que tenían por delante, sin embargo compartir una cama fue una linda experiencia para ambos.

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Una vez que se cambiaron se reunieron todos en la habitación de Helena, ella no quería arriesgarse a entrar a un lugar con olor a sudor. Corrieron los muebles de lugar para que haya espacio en el centro donde había una mesa redonda y ponían ahí arriba toda la información necesaria para seguir con su plan.

-Muy bien, llegó la hora- comentó Leon para animar el lugar.

-Bien, entonces pongámonos en marcha- comentó Muller.

-No seas impaciente Jake, primero debemos repasar el plan desde el principio.

-Está bien, ¿cómo lo vamos a hacer?

Sherry sacó de su bolsillo su PDA y la conectó a la computadora. La pantalla se tornó negra con líneas verdes que hacían de contorno para los planos tridimensionales del edificio de wilson.

-Hunnigan me mandó esta versión de los planos del rascacielos, es un edicifio de treinta pisos en Manhattan que usa de fachada para hacer sus planes malignos. La cuestión es que ella logró descubrir que hay un elevador escondido que va desde uno de los pisos más altos de la torre hasta el subsuelo. Ese es nuestro punto de entrada

-¿Cómo haremos para llegar hasta ahí arriba?- preguntó Helena.

-Descuida, tenemos nuestra llave de entrada justo aquí- dijo Leon con una sonrisa pícara refiriéndose a Sherry, y en cuanto él dijo eso todos la miraron a ella.

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Conducía por la ruta acompañado por Claire, el resto iban en otro auto detrás de ellos. Desde le comienzo del viaje había silencio por parte de la pelirroja. Leon prefirió no investigar y dejó que se quedara así por lo menos hasta que llegaran.

Luego de un rato arribaron a su destino y aparcaron los autos en una esquina cerrada lejos de la vista de todos. Antes de entrar algunos llegaron a ver el edificio en todo su esplendor, una torre repleta de ventanas que lo hacían parecer frágil pero su tamaño lo hacía impotente.

Resident Evil - La CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora