Resident Evil - La Cacería

CAPÍTULO 12 - Un viaje en carretera

La luz del sol se hacía presente en el dormitorio mientras la mañana se hacía notar. Leon abría los ojos lentamente y se percató que lo primero que vio fue a Claire delante suyo aún dormida.

Podría haber esado todo el día así, acostado en la cama admirando al belleza de la mujer que tenía en frente. Lentamente acercó su mano y la apoyó sobre la mejilla de Claire acariciándola, sintiendo la suave piel de la pelirroja mientras sonreía y disfrutaba del momento.

«Es tan hermosa».

Lentamente la pelirroja se despertó, abrió los ojos y se encontró con un esbelto agente fugitivo, lo que la hizo sonreir.

-Hola- le dijo.

-Hola, ¿dormiste bien?- Ella asintió mientras estiraba su cuerpo y bostezaba-. Bien porque tenemos un largo camino.

-¿Por cierto adónde vamos?

-Nueva York.

-¿Nueva York? ¿Por qué ahí?- preguntó curiosa.

-Recibí la data de que el hombre al que llaman S estará ahí- le decía dándole la espalada mientras se ponía las botas-. Así que tendremos un largo viaje en auto de aproximadamente siete horas.

-¿Siete horas? ¿No es mejor ir en avión?- le reprochó Claire.

-Lo sería si no fuera el hombre más buscado, en cuanto pise un aeropuerto las cámaras me captarán rapidamente y estaré acabado. No te preocupes, tomaremos descansos en el camino.

-Okey- le decía aunque no estaba del todo segura.

Leon esperaba afuera con el carro mientras guardaba lo necesario para lo que se venía. Llevaba dos bolsos: de un lado el equipamiento que necesitarían para lo que se vendría que incluía armas y cartuchos, incluso el chaleco anti-balas que Claire había usado días atrás. Del otro lado tenía un bolso más pequeño con dinero e identificaciones falsas en caso de necesitarlas.

-Muy bien, ya podemos irnos.

Leon dio media vuelta para mirarla y no podía estar más encantado. Claire vestía una musculosa color azul bondi y una blusa a cuadros arriba color azul y rojo, jeans ajusados y botas de cuero negras. Leon la miraba viendo como se veía como una mujer de pueblo, simple y bella como lo podía ser la pelirroja.

-¿Qué pasa, me veo mal?- preguntó Claire preocupada por su imagen.

-Al contrario, te ves espléndida. Ya veo que fue lo que estuviste comprando por el pueblo.

-Gracias, sentí que podía llevarme algo de aquí a mi gusto.

Leon se rio del comentario.

.

La primera hora no había sido tan pesada como lo esperaba. Ella trataba de acomodarse en el asiento de copiloto en tantas posiciones diferentes que a veces distraía a Leon de mirar la ruta. Ya se había olvidado de la cantidad de veces que le había dicho que se acomode en el asiento, y ella hacía berinches como una niña.

«No quieren que la traten así y se porta como una».

-Entonces, una vez que lleguemos a Nueva York, ¿qué es lo que haremos?- preguntó Claire.

-Aún no tengo todos los detalles pero según lo que sé S estará en una fiesta de disfraces en un lujoso hotel de Nueva York, esa será nuestra oportunidad para contratacar. Pero antes de eso debemos buscar un lugar donde refugiarnos.

-¿Una fiesta de disfraces? Pero yo no tengo uno.

-Descuida, ya pensé en todo. Buscaremos un motel por ahí e iré a buscarlos. Es importante pasar desapercibido entre la gente y por eso necesitaremos máscaras. Él ya te conoce a tí y a mí también, es nuestra mejor oportunidad y si nos descubre se escapará.