Here's a letter, from me to you

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Minjeong se despertó aquella mañana habiendo dormido mejor que en toda su vida. La mano de Jimin ascendiendo y descendiendo por su espalda por debajo del pijama había hecho más efecto que cualquier nana. Se extendió completamente en la cama vacía, pensando que la pelinegra se habría levantado temprano para su rutina de ejercicios, y se levantó sonriendo. Se puso unos vaqueros ceñidos y la primera blusa que encontró. Aún le daban vueltas los pensamientos de la noche anterior, todo eso de que su tío quisiera matarla y que hubiera modificado sus recuerdos a su antojo, pero Jimin la quería. Jimin la quería y todo lo demás daba igual. Casi ni se reconocía.

                     

Salió al salón, besando a sus dos amigas que estaban desayunando en la mejilla. Pero ellas no le devolvieron el saludo. Minjeong pensó que era extraño. En otra situación, Giselle y Ningning la hubieran acribillado a preguntas, pero sólo intercambiaron una mirada significativa y la mayor de todas se aclaró la garganta.

                     

- Min... - comenzó -. No sabemos lo que pasó anoche entre vosotras, pero...

                     

A Minjeong se le cayó el mundo encima. No sabía lo que su amiga quería decir, pero no sonaba bien.

                     

- Jimin se ha ido - terminó.

                     

¿Cómo? ¿Cómo que se había ido? ¿A dónde se había ido? ¿Tenía razón Soo Man y la pelinegra había jugado con ella?

                     

- Hemos mirado en su habitación y sus cosas no están - continuó Ningning -. Pero ha dejado esto.

                     

La pequeña le tendió un trozo de papel y un pen drive. Minjeong abrió la nota atropelladamente y leyó: La contraseña es algo que no recordaba pero que me ha llenado la vida. Si no acertáis en el tercer intento, se destruirá. Gracias por todo.

Minjeong miró cómo Giselle metía el pen drive en su ordenador y una pantalla encriptada llenó el escritorio. ¿De verdad se había ido así? ¿Dejando sólo una nota?

                     

- La contraseña son cuatro dígitos o cuatro letras - explicó Giselle señalando las ranuras libres -. Ningning y yo no hemos querido probar porque hay ochenta y una combinaciones posibles si son sólo cifras, setecientas ochenta y cuatro si son sólo letras, y mil trescientas sesenta y nueve si combina ambas. Nos deja un espacio muestral de dos mil doscientas treinta y cuatro posibles contraseñas. Y eso si no metemos símbolos como asteriscos, porque si lo hacemos la cifra se dispara. Hemos pensado que a lo mejor Jimin te la dijo antes de irse.

                     

- No - musitó Minjeong hablando por primera vez -. No sé nada.

                     

Se sentía traicionada por la pelinegra, pero eso no implicaba que no quisiera saber el contenido del pen drive.

                     

- Pensemos - dijo Ningning -. Algo que no recordaba pero que le ha llenado la vida.

                     

- Prueba con "Ning" - dijo Minjeong. Las otras dos la miraron extrañadas -. Jimin os aprecia mucho a las dos, y tu nombre es el único que encaja de los tres.

Professional Killer - Winrina/JiminjeongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora