11 (parte 2)

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Nick me guió hasta la barra, una vez llegamos pidió dos ron con cola.
Cuando el camarero nos lo entregó cogió ambos vasos y me indicó que lo siguiera, nos adentramos entre la gente y mi cara fue de sorpresa al ver como entrábamos en la zona VIP del bar.

-Te voy a presentar a unos amigos- Se gira para mirarme y asiento rápidamente en la cabeza, la verdad que no le he hecho mucho caso, cuando llegamos a una mesa con sillones visualizo a dos parejas besándose en los asientos, en la mesa se encontraban tres hombres hablando animadamente pero no con unas caras muy alegres.

-Chicos, esta es Leah, la chica que me arregló el coche- Me presentó Nick confiado pasándome un brazo por los hombros, me removí un poco incómoda por el contacto tan repentino pero no me aparté para no dar mala imagen.
Los tres hombres giraron la cabeza en nuestra dirección y me examinaron, uno sonrió de lado y los otros dos seguían con la misma cara.

-Un placer conoceros...- Entoné al final para que me dijeran sus nombres, puse mi sonrisa más coqueta cuando se incorporaron al notar mi actitud.

-Me llamo Jack, es un placer también- Habló él primero, un rubio alto que vestía una sudadera junto a unos vaqueros.

-Yo soy Gabriel- Se presentó ahora el de la derecha del rubio, este era moreno, con una pequeña melena y camisa azul.

-Yo Tom- El último no resaltaba en altura, su pelo parecía teñido y llevaba una camiseta informal pero a la vez elegante junto a unos pantalones del mismo tipo, me miraba fijamente y no supe descifrar sus emociones.

Les dediqué una sonrisa a todos y me senté junto a Nick que me indicó que lo hiciera.

-Los de los sillones están muy ocupados como para presentarse- Me comentó Jack de forma divertida señalando estos mencionados con la cabeza.
Solté una risa y dirigí mi mirada también a ellos, parecía que se ibam a sacar la sangre.

Estuve unos quince minutos hablando con ellos, en verdad eran realmente divertidos, aunque de vez en cuando soltaba algún comentario subido de tono, efectos del alcohol, yo llevaba dos chupitos y un ron con cola, pero mantenía la compostura.

El llamado Tom me seguía mirando fijamente a ratos y realmente empezaba a incomodarte, parecía que quería matarme y follarme a la vez, no lo entendía.
Lo que sí pude ver como los otros tres restantes sentados en la mesa me comían con la mirada, no me importaba mucho, exceptuando que no me sacaba al pelirrojo de la cabeza.

Parecía que el tiempo se me pasaba demasiado lento, y como si alguien me escuchara, mi móvil comenzó a vibrar varias veces, miré este y ví el nombre de Juanjo en la pantalla, no podía cogerlo, por lo que le mande un mensaje para que me escribiera lo que quería decirme.

Parecía que el tiempo se me pasaba demasiado lento, y como si alguien me escuchara, mi móvil comenzó a vibrar varias veces, miré este y ví el nombre de Juanjo en la pantalla, no podía cogerlo, por lo que le mande un mensaje para que me escribiera ...

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Definitivamente, Juanjo no va a madurar nunca, solté un suspiro y me dirigí a los hombres con los que había pasado la mitad del tiempo que he estado en este bar.

𝕊𝕆𝕃𝕆 𝕋𝕌́  ✔︎𝚈𝚞𝚗 𝙺𝚊𝚕𝚊𝚑𝚊𝚛𝚒✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora