𝕊𝕆𝕃𝕆 𝕋𝕌́ ✔︎𝚈𝚞𝚗 𝙺𝚊𝚕𝚊𝚑𝚊𝚛𝚒✔︎

12

Desperté al notar un pinchazo en mi cabeza, al abrir los ojos puedo ver mi habitación, al menos no acabé en casa de un desconocido, me incorporó sentado me en la cama y el dolor de cabeza se intensifica haciendo que suelte un quejido. No recuerdo casi nada de anoche, ¿cómo me pude poner el pijama? giro mi cabeza a la mesilla de noche y veo un vaso de agua con una pastilla, ¿quién dejó eso ahí? agarro el vaso y la pastilla sin levantarme y me la tomo bebiendo la mitad del agua, el dolor va disminuyendo y decido levantarme con cuidado de no caerme.
Bajo las escaleras hacia la cocina encontrándome con Juanjo, con la misma cara de muerto que yo, en la barra estaba Gringo, que se ríe el doble al ver mi cara junto a la de Juanjo.

-¿Resaca mañanera?- Pregunta divertido dando un sorbo a su café.

-Uhg, no recuerdo apenas nada de anoche, ¿y tú Leah?- Juanjo ignora la pregunta de Gringo y dirige su mirada a mí, que iba hacia la cafetera para servirme un café.

-Solo recuerdo haber estado con unos desconocidos, luego que me llamaste, bailamos y bebimos- Digo haciendo un resumen de lo que me acordaba, realmente solo tenía recuerdos borrosos.

-¿Y quién os trajo a casa?- Vuelve a preguntar burlón Gringo, está claro que sabe algo, pero no me importa mucho porque estoy tratando de recordarlo.
Un momento, sí que lo recuerdo, oh no, no no no, sí que recuerdo a Yun, su coche y como subiamos las escaleras, mi cara ahora debe de ser de chiste, porque me niego aceptar que eso pasó anoche.

-Parece que Leah se acaba de acordar- Gringo soltaba carcajadas y Juanjo me miraba confundido, no entendía nada el pobre.

-Ammm bueno, se me ha quitado el hambre, subiré a cambiarme- Dije ya saliendo de la cocina escuchando las risas de Gringo, cuando encuentre al pelirrojo lo mato, ¿debería matarlo o torturarlo para que me diga qué paso anoche? estoy segura de que no me diría nada, que vergonzoso.

Una vez en mi habitación hice la cama y me cambié, me puse unos vaqueros básicos negros junto a un jersey beys y unas zapatillas, me recogí mi cabello claro en una coleta alta y me lavé los dientes.

Bajé de nuevo las escaleras corriendo hasta que llegué al almacén y ¡bingo! ahí estaba mi objetivo, fui a paso decidido hacia él hasta que estuve detrás de él y carraspee sonoramente para que notara mi presencia, en ese mismo instante se dió la vuelta y su sonrisa se ensanchó al verme ahí de pie, su estúpida sonrisa.

-Vaya, la bella dulmiente ha despeltado, ¿cómo has dormido?- Pregunta burlón mientras en las manos tenía una caja.

-No te hagas el listo conmigo Kalahari ¿qué pasó anoche?- Fui directamente al tema, la Resaca y que era por la mañana no ayudaban en nada.

-Oh, ¿enselio no te acuelda'?- Hizo un puchero riéndose de mi cara.

-Te hice de todo- Se acercó a mí de modo que me susurraba en la oreja, sentí 5 escalofríos recorrerme en menos de un minuto, hasta que reaccioné y le aparté de un empujón mirándolo enfadada.

-Sé que no me hiciste nada, y te lo vuelvo a preguntar ¿qué pasó anoche?- No voy a mentir, no sé sintió mal eso de que susurrara en mi oreja, pero estaba demasiado enfadada como para pensar en eso ahora.

-A vel, lecoldemo' desapalecite toda la noche, luego apaleciste' en medio de la pista con Juanjo y te embolachaste ma' te llevé a casa y...- Su sonrisa se ensanchó al ver mi cara horrorizada, se que evadía detalles, y quería saber eso último.

-¿Y?- Quería que siguiera, pero negó con la cabeza.

-Lo siento lubia, eso ya no podlé deciltelo, me malatalia'- Mi ceño se frunció demasiado, estaba muy cabreada, y ahora solo quería darle con la llave inglesa en la cabeza, pero para que negarlo, se veía demasiado bien cargando esas cajas.
Solté un suspiro y me fui de allí más enfadada de lo que había ido.
Mientras subía las escaleras del almacén me encontré con mi hermano, le miré con sorpresa porque se puso un dedo en los labios indicándome que manteniera silencio y lo siguiera, confundida, hice lo que me dijo y subimos hasta llegar a su habitación.

Una vez llegamos, me senté en la cama con las piernas en forma de indio y él Imitó mi acción.

-Vale hermano, ¿Estás bien? llevas días raros- Fui la primera en hablar, necesitaba preguntárselo.

-Leah, si te cuento algo no puedes contárselo a nadie más, enserio, es entre tú, horacio y yo- Ignoró mi pregunta y mi ceño se frunció cuando mencionó a Horacio, desde que llegué no me dijo nada de él.

-¿Horacio? Me vas a decir por fin dónde está?- Estaba impaciente, realmente me alegraría verlo.
Soltó un suspiro y comenzó hablar.

-Leah, antes de que yo llegara a esta mafia, trabajaba junto a Horacio en la comisaría, Conway nos dió un trabajo como "sapos" en dónde teníamos que infiltrarnos en esta mafia, pero... sucedieron cosas que dejaron a Horacio fuera de esta- Hablaba en susurro y empecé a preocuparme, ¿qué le había pasado a horacio?

-Nos hicieron unas pruebas, y digamos que Horacio no las pasó, lo hecharon no de una forma muy amble, y él ahora está en la comisaría trabajando con otra identidad- Se notaba la tristeza en su voz, y me dió mucha pena, de pequeños éramos inseparables.

-Pero, ¿qué tiene ver todo esto ahora? Confundida jugaba con un hilo de mi jersey que había sacado aposta.

-El objetivo de esta mafia es matar a Conway, el superintendente de la ciudad como sabrás, pero Conway se ha puesto en contacto conmigo para intentar que vuelva con ellos, amenazando a Horacio...-

Mi sangre se congeló cuando dijo eso, ¿amenazándolo?

-Si los de la mafia se enteran, podemos acabar muertos en una cuneta, y te lo cuento porque no quiero que te pase nada Leah- ¿De verdad lo decía por eso? Es mi hermano y sé que me pondrá a salvo a costa de todo, pero también sé que sacrificaria a cualquier por salvarse él.

-Yo.. Gustabo, no deberías aceptar el trato de Conway, sabes que The Union está adquiriendo más poder, y ambos preferimos estar en el bando que gane, por lo que sí Conway te ha contactado es porque eres su esperanza para desmantelar esto.

-Gracias hermana, todavía no entiendo como siendo más pequeña que yo eres más madura- Me dio con un cojín divertido y yo le devolví el gesto con un peluche, y así nos olvidamos de ese tema peleandonos con cojines y peluches.