31

418 19 0
                                    

Pasé más de 5 minutos disimulando con el cuerpo que estaba a mi lado en uno de los sillones de la zona Vip, trate de taparle la cara lo más que pude para que nadie lo reconociera, me estaba cansando de esperar a los demás.

Giré mi cabeza para buscar a mi novio de nuevo, mi ceño se frunció notoriamente al ver a una chica en frente suya muy cerca de él.

-Será...- Me acabé encontrando con su mirada e hice el amago de levantarme para ir hacia dónde estaba hasta que levantó una ceja advirtiéndome, no podíamos cargala más, suspiré y le señalé con la cabeza el cuerpo femenino que tenía a su lado, soltó una risa que no escuché por la distancia y se acabó separando de ella, sonreí victoriosa.

-Disculpe, ¿pero su acompañante se encuentra bien?- Desvié mi mirada hacia otro camarero que se aproximó hacia mí, le sonreí disimulando hasta que las gafas que le coloqué al sujeto se cayeron y dejaron ver su rostro completo con un moratón en gran parte de su cara.

-Solicito personas en mi puesto, el jefe está desmayado con golpes- Vi como hablaba por un pinganillo, ahí supe que la había cagado, pensé a mi por hora hasta que decidí levantarme.

-Oye, oye, no hace falta llegar a ese punto, que te parece si lo hablamos- Me acerqué rápidamente a él y coloqué un dedo sobre su pecho dibujando círculos.

-Señorita, esto no está bien- Sus expresiones se fueron relajando, estaba funcionando, mi cabeza no bajó en absoluto, comenzó a recorrer mi cuerpo con sus manos, me aguanté las ganas de vomitar.

-Shh, nadie tiene por qué enterarse- Mi voz casi era un susurro, coloqué mis manos sobre sus hombros intentando encontrar el pinganillo por el cual se escuchaban voces.

-Tienes unos bonitos ojos- Su voz tan tranquila me dió señal de que ya lo tenía, deslice mis dedos para desabrochar suavemente el broche del pinganillo, sus ojos se desviaron mi escote y no se percataron mis movimientos.

-Gonzalez, ¿por qué no contestas por la radio?- Oh oh, llegó la caballería, antes de que pudier acercarse saqué mi pistola dándole un culatazo al recién nombrado haciendo que caiga en el suelo.

-Me encantaría charlar contigo- pero no tengo tiempo- Antes de de que pudiera sacar su pistola la mía ya estaba apuntandole, levantó sus manos y me aproxime hacia él sin bajar mi arma, acabé dándole otro culatazo como al anterior, en el momento que cayó en el suelo me agaché para arrancar su pinganillo y pisarlo con la suela de mi tacón.

-Es una pena, si no hubieras venido no hubiera pasado nada- Guardé mis pistola y me acerqué hacia mi objetivo de la noche, aún seguía desmayado, saqué el suero inyectandoselo en el cuello, no se despertaría en unos días, hice una cara de asco.

-Bala, estamos listos para irnos, ¿todo bien?- La voz de Armando sonó por la radio.

-Ya he terminado, solo he tenido un pequeño inconveniente-

-Nos vemos en la entrada de la derecha- Me dirigí hacia dónde me indicaron arreglando mi pelo.




-¿Qué tal está mi celoso?- Sonreí al besar suavemente a mi novio cuando llegamos a la entrada de la sede.

-¿Quiele' que hablemos de celo' lubia?-

-Oh, solo decía que casi te cargas la misión Kalahari- Me burlé de él al ver su cara.

-¿Y que pasa si estuviela celoso?- Sus manos agarraron posesivamente mis caderas al entrar en casa después de los demás.

-Tú sabrás Yun, yo no soy la que coqueteo en las fiestas- Mi sangre hervía al recordar ese momento.

𝕊𝕆𝕃𝕆 𝕋𝕌́  ✔︎𝚈𝚞𝚗 𝙺𝚊𝚕𝚊𝚑𝚊𝚛𝚒✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora