Crudo | Harry Styles |

Capítulo dieciocho

NARRA HARRY.

Horas atrás.

Las apuestas realmente son lo mío, y sé quién se vuelve loco al intercambiar cartas y jugar en mi mesa. Conseguir lo que quiero siempre ha sido más fácil de lo que he planeado, encontrar a Silver justo como lo pensé me hace sentir mariposas en el estómago, no pasó ni un día para toparlo, sabía que estaría aquí y con él, aquel encendedor que por estúpido perdí, pero no me levantaría de mi lugar hasta irme con ello, no dejaré que esa niña ponga su vida en juego, no más, no por mi culpa.

Lanzo mi siguiente jugada, los ojos arrugados del hombre frente a mí me ven amenazantes, casi suplicantes, su sonrisa se ensancha al igual que sus cachetes gordos.

— ¿Cuántas veces más tengo que ganarte, Styles? — tira su jugada, la cual es mejor que la mía y logra ganar esta ronda.

— Las suficientes hasta dejarte en el suelo — digo tirando mis cartas, hago una señal para que el crupier vuelva a repartir las cartas — ¿o acaso te da miedo?

— ¿Miedo? ¿Qué mierda es eso? — da una señal aceptando la ronda — apostemos cosas grandes Styles — Su voz rasposa entra molestando mis tímpanos, casi estoy seguro de la mierda que piensa decir.

— Bien — digo retando con la mirada.

— Veré a un pequeño ángel en unos días — carraspea mientras se acomoda en su lugar, sé perfectamente de quien habla, cruzo una pierna sobre la otra al mismo tiempo que mi codo queda sobre el bracero del sillón y mi cabeza se apoya en mi dedo índice. — Sé que eres parte de su equipo, sé que fuiste tú quien la sacó del camino de Marco — el hombre bebe de su whisky como si de un perro se tratara — sé lo mucho que te importa.

— Ve al punto — digo tragándome las ganas de ahorcarlo.

— La quiero — dice seco, la sangre me hierve, pero no es momento de imprudencias — quiero saber porque es tan importante, quiero tenerla frente a mí, probarla, saber que la hace tan interesante para todos.

— Hecho — digo mientras siento ahogarme en mi propia rabia, odio todo lo que dijo, pero sé que no me ganará — te la llevaré yo mismo si ganas, si yo gano, me darás el encendedor plateado que perdí en el último juego que tuvimos y te arrancaré el pene si llegas a tocarla.

— ¿El puto encendedor? — su rostro luce tan feliz que me dan ganas de bajarle la energía a puñetazos — es un bello encendedor, pero, ¿eso no te hace sentir cosas maravillosas mientras brinca en tu verga o si, Styles?

Mis dientes rechinan dentro de mi boca, mis ojos amenazantes caen en sus ojos, haciendo ver lo muy molesto que estoy.

— Te lo arrancaré ahora mismo si sigues diciendo estupideces — no trato evitar que mi voz suene irritada, al hombre se le borra la sonrisa en un segundo — ahora, juguemos.

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Cada jugada tirada era una esperanza más de que él perdiera, confiaba en mí más que mi propia sombra, tenía que conseguir la victoria fuera lo que fuera.

Si las cosas no resultaban como quería, tenía un plan B, un plan que no era de todo mi agrado, pero lo haría por esa cosa que ella tanto quiere. Lo haría por ella, sin importar el qué. Además, fue mi culpa el haberlo perdido, así que me toca recuperarlo de nuevo.

"¿Estás celoso Styles?" sus palabras saltan en mi cabeza una vez más, no he parado de cuestionarme qué es exactamente lo que siento cada vez que me cuestiono. Verlo todo el tiempo a lado de ella, ver cómo la observa, el trato que le da, su vocabulario ante ella, como la toca, me retuerce los nervios, lo quiero lejos de ella.