Hablemos

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~°~°~°~° CAPÍTULO CATORCE °~°~°~°~

Un domingo en la noche, estar descansando viendo tu serie favorita y derrepente te llega un mensaje de la persona que menos quieres ver. Le hubiera dicho que no, pero le tengo un pavor muy grande a ese tipo de mensajes. Así que lo tome con humor, su mensaje se notaba muy seco, diferente a la forma en la que el me escribía. Solo quería saber que pasaba.

No me arreglé ni nada, estar en pijama frente a el era algo que no me importaba, no me interesaba gustarle y que pensara de mi, la gente normal a esta hora estaba en pijama. Así que con la pena.

Después de una hora, fuí haciéndome a la idea que no vendría. Debí de haberle preguntado cuánto tardaría en llegar. Cuando pasaron las dos horas apagué las luces. A lo mejor se había arrepentido o se quedo dormido. Tal vez lo que quería que habláramos no era tan importante y lo dejaría para el martes.

Cuando me estaba quedando dormida la ventana se iluminó y sonó un claxon, su mensaje llego un minuto después. Me levanté de la cama y me puse las pantunflas, para no verme tan greñuda me hice un chongo y bajé las escalera. Me sorprendía que Yarina no abriera la puerta de su habitación para interrogarme. Cuando salí apago las luces del carro, me acerque y abrí la puerta del copiloto. No me esperaba lo que me encontraría.

─¿Qué es esto? ─dije señalando lo que había en el asiento.

─Tu dijiste que te trajera algo que valiera mas que mi presencia. Fue dificil pero lo conseguí. ─me guiñó un ojo y sonrió. ─Te traje hamburguesas de cenar, no sabía que flores te gustan así que tuve que pensar cuales te gustarían mas. Y si con las hamburguesas no te llenas, te traje cafe y un muffin para acompañarlo

─Y yo que creí que no pensabas. ─me burlé de el. Tome el ramo de rosas blancas y el quito las bolsas de comida.─¿Por eso tardaste tanto? Me estaba quedando dormida.

─¿Te duermes a las diez? ─me miro extrañado, cuando asentí se comenzo a reir.─Eres toda una anciana.

Subí al carro y cerre la puerta. Ambos nos miramos extrañados.

─¿Por que vienes de traje? ─le pregunte confundida.

─¿Tu por que estas en pijama? ─pregunto con burla.

─Es domingo y son las diez. La gente normal ya esta en su cama descansando. ¿Tu por que vienes en traje? ─volví a preguntarle.

─Tuve una comida familiar, y pues salí de ahi y vine a verte. ─se quito la corbata y desabrochó los dos primeros botones de la camisa. Lo estaba mirando mucho así que aparte la mirada  ─Vamos a cenar.

Deje las flores en el tablero y me acomode en el asiento. El saco toda la comida y me paso una hamburguesa, unas papas y un refresco. Tenía tiempo que no comida algo así. El tenia esa habilidad de traerme recuerdos, que por mi bien había guardado. El no tenía idea de eso.

Deje las papas en mis piernas y el refresco en el portavasos, el hizo lo mismo, le quite el papel a mi hamburguesa y lo mire.

─¿De que querías hablar.?─le recorde, por su cara el no se acordaba de eso.

─Mmmm, mi familia ya sabe de ti.─dijo antes de comenzar a comer. La verdad no me esperaba eso.

─¡Que! ¿Por qué? ─no podía disfrutar de mi hamburguesa con esa noticia.

─En la comida familiar me preguntaron por mi novia. ─su tono era tranquilo, el mio no tanto.

─Y fuiste y dijiste mi nombre.

─No, todos me preguntaron por Mayrin.─eso no tendría que haberme importado, pero dolio.─Mi cuñada vio la foto que nos hizo empezar todo esto. Y como Mayrin es muy amiga de mis padres, fue con mi padre a decirle que la engañe contigo.

Por La FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora