Deseó que ganes

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~°~°~°~° CAPITULO DIEZ °~°~°~°~

Cuando un hombre hace algo mal con una mujer, lo primero que queremos es que se de cuenta que hizo las cosas mal y que por eso esperamos una disculpa, queremos que admitan que estuvieron equivocados, y nos pidan perdon, al no darse cuenta de esto, nosotras nos molestamos, y luego preguntan por que estamos enojadas. Esta noche, yo recibí mi disculpa, y aun que fue tardada, la sentí sincera.

Lo de esta noche definitivamente no me lo esperaba, esperaba una comida de negocios. Jamas imaginé que el supiera de mi gusto por el sushi, quise disimularlo y no estoy segura de si lo hice muy bien, tal vez si por que de lo contario hubiera hecho preguntas de mi cambio de humor.

No imagine que nos fueramos a ver, al no saber nada de el creí que no saldríamos, he intentado dejar ese miedo atras pero no ha sido facil. Cuando salí y ví su auto afuera, quedé inmovil, tenía un BMW negro, lo cuál jamas imaginé. Algo que llamo mas mi atención fue que íbamos vestidos iguales, no quise tomarle demasiada importancia, esas cosas llegan a pasar. Nada de esta noche lo imaginé.

Algo que si quería y esperaba que lo hiciera fue una disculpa, lo dicho esa noche era algo que se repetía en mi mente constantemente, frente a el me mostre fuerte y segura de mi misma, pero siempre antes de irme a dormir, me preguntaba si lo que dijo era verdad. Esa era la razón principal de mi odio hacía el, no era orgullo, era mas amor propio.

Ahora que esta noche, tuvimos una platica normal, y quedamos en empezar de nuevo, tal vez las cosas irían mejor. Tenía claro que no se olvidaría nada de lo anterior, pero por lo menos mi rencor disminuyo. Total, este era un simple trabajo.

Cuando me dejo en mi casa le agradecí por el detalle de la comida, y me quede pensando en algo de lo que hablamos. Esté sábado tenía partido y por mas que yo odiara ese deporte el tenía razón, tenían que vernos juntos. Si no en redes se empezarían a decir que soy mala novia y no me importa mi relación.

Pensé en la persona que tal vez podría tener entradas. De mi bolsa saqué mi celular y marque el número de Antonella, el cual me mando a buzón, volví a intentar una segunda vez y me mando de nuevo a buzón. Mejor busque el numero de su casa y lo marque, al poco rato me respondieron.

─¿Si? ─escuche al otro lado del teléfono, era su hermana Delaila.

─Hola Del, soy Iliana. ¿Estara Antonella por ahí?. ─antes de preguntar la salude.

─Si en un momento te la paso. ─de fondo se escucho como Del le gritaba a su hermana y todo se quedó en silencio.

Me sente en la cama a esperar, después unos dos minutos se escucho su voz.

─¿Quien habla? ─preguntó.

─Yo mensa. ─le dije y puse los ojos en blanco.

─Ay hola, ¿Que paso? ¿Por qué me llamas aquí? ─preguntó extrañada.

─Por que en tu celular me manda a buzón. ─le aclaré.

─Ay es verdad, una disculpa. ¿Que paso?

─Necesito tu ayuda, o bueno mas bien necesito preguntarte algo. ─no sabía si era buena idea.

─Para que soy buena. ─se escuchaba emocionada.

─¿Tu y Carlos tienen boletos para el partido del sabado?

─Espera espera, ¿tú me estas preguntando por un partido de fútbol? ¿Es por tu noviecito? ─sabía que le sorprendería.

─Los necesito para mi trabajo. ─quise que pensara eso.

─Si claro, nunca he logrado que veas fútbol y ahora por que un tipo super guapo que ademas es futbolista es tu novio, quieres ir a sus partidos. ─siguió molestándome.

Por La FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora