Capítulo 17.

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No hubo ninguna necesidad de enfrentarnos al maniaco que golpeaba los barrotes gracias a que otro tétrico muchacho llego y lo detuvo. El chico de la espada nos observo con desdén, pero después le hablo a nuestro salvador.

― ¿A qué has venido?

―Esa no es la forma de hablarle a tus superiores.

―Disculpe mi insolencia, es sólo que no pensé verlo aquí― se excuso.

―Lárgate― ordeno.

Contemple al nuestro rescatador, era todo un adonis. Ahora que lo pienso, no eh visto ningún muchacho feo... todos parecen ser perfectos, pero este chico sobrepasaba los límites. Sus ojos son grises y su cabellera es negra como la noche, su piel es fina como la porcelana y su cuerpo es perfecto.

Kevin me miraba con el ceño fruncido y de inmediato comprendí la situación, a él no le agradaba que mirara a otro como agua en el desierto.

― ¿Quieren salir de aquí?― pregunta.

¿Qué clase de pregunta era esa? Era muy obvia nuestra respuesta... por supuesto que deseábamos salir.

―Tomaré su silencio como un sí, ― habla― apártense de los barrotes― nos sugiere.

Los barrotes de nuestra celda se quebraron en miles de pedazos cuando el ojigris puso sus manos en ellos, pude sentir un ligero escalofrío en mi espalda, tenía un mal presentimiento...

Con velocidad salimos de la celda en la que yacíamos y comenzamos a correr para abandonar el sitio.

―Mi nombre es Akira― dice el chico que nos rescato.

―Es un gusto conocerte, yo soy Kenya― le digo.

Luego de lograr huir de los respectivos guardias, Akira nos guió hacia un refugio, en el camino reinaba el silencio, pero no duro mucho... Devian estaba mal herido y no podía avanzar con mucha facilidad.

―Lo más adecuado es que alguien cargue a su amigo, parece tener una fractura― Akira rompe el silencio.

―Yo lo cargo― se ofreció Will.

No sabía con exactitud en donde nos encontramos, pero de algo estaba segura... estábamos cerca de Colmena,  probablemente estemos en el bosque que rodea el instituto, pero algo andaba mal. No había rastros del enemigo, aunque existe la posibilidad de que estén refugiados en el castillo.

Paramos unos minutos con el objetivo de descansar y luego nos dispusimos a seguir con nuestra travesía.

― ¿Ustedes son amigos de Karin Hunter?― nos cuestiona.

La pregunta me tomo por sorpresa, no sabía que responder. Yo considero que ella es mi mejor amiga, pero no sé qué piensa ella de mí. Aunque creo que Karin me aprecia, a su manera, pero lo hace. Eh notado es una persona inexpresiva, nunca sé que está pensando... sus expresiones suelen ser muy glaciales.

―Sí― responde Will.

― ¿Nunca los has a intentado mutilar?― se burla.

―Unas cuantas veces― responde sinceramente Kevin.

―Es demasiado déspota y cruel, en veces me dan ganas de estrangularla― confiesa Akira.

 Ganas no me faltaron de brindarle una bofetada, pero me contuve de hacerlo porque él era nuestra guía y bien o mal él también nos rescato.

―No es que sea cruel, sólo es algo seria― interviene Silvanna.

―Se nota que no la conocen bien― levanta las manos y da finalizada la conversación.

El Reino Del Fuego #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora