Capítulo 11.

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Eran las tres de la tarde aun era muy temprano para mí, pero Joan me había levantado con sus saltos en la cama. La mire algo molesta, estaba cansada, sin mencionar mi cara de pendeja... aun me encontraba adormilada.

Tome un poco de ropa y me encamine al baño ya que apestaba a pescado podrido. Tome mi tiempo para bañarme, deseaba relajarme. Al salir del baño, me dirigí hacia la cocina para buscar algo de comida y note a Kevin, él intentaba cocinar algo con la ayuda de Joan.

― ¿Qué cocinan?― les pregunte.

―Pescado frito― respondió Kevin.

Me senté para observarlos. Los ayudaría, pero la cocina no es lo mío... ni lo será jamás en la vida. Después de media hora, los pescados ya estaban listos. Joan sirvió los platos y luego fue a abrirle la puerta a Will. Antes de que comenzáramos a comer, note la ausencia de Karin.  

― ¿Karin no se ha levantado?― les pregunte a todos los que estaban sentados en la mesa.

―No lo sé― respondió Kevin.

―En ese caso, iré a levantarla― digo para luego encaminarme a su cuarto.

Observe por unos segundos la puerta y después di tres golpes seguidos, pero no recibí respuesta alguna... seguí tocando la puerta, hasta que escuche unos pasos acercarse.

Karin salió de su cuarto y cerró la puerta velozmente, tanto que ni siquiera pude ver como era su habitación, lo único que logre mirar fue el suelo congelado.

― ¿Por qué me molestas desde temprano, Murray?― pregunto cortantemente.

¿Acaso estaba molesta conmigo?

―Quería avisarte que el desayuno ya está listo― digo amablemente.

Ella me mostro una mirada tan gélida que sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. ¿Por qué estaba actuando así?

La seguí hasta la mesa, al sentarse capto las miradas de todos. Karin vestía con una sudadera negra, jeans, sus guantes y su típico gorro invernal... al parecer le agradaba vestirse así.

Joan fue la primera en hablar.

―Hoy es mi cumpleaños― dice nerviosa―... quisiera que asistieran a mi fiesta― concluye.

―Claro― afirma Will.

Yo simplemente asentí, al igual que Kevin.

― ¿Y tú qué dices Karin?― le pregunta Joan.

Karin toma un tenedor y lo entierra fuertemente en la mesa, ese gesto da a entender una respuesta negativa.

―No tengo la obligación de ir a tu patética celebración, ― dice cortantemente― además tengo otro compromiso― agrega.

Siempre me han molestado las personas frías y cortantes, en especial mi padre. Karin me recuerda a él, es frígida y algunas veces cruel... a pesar de eso no la juzgo, porque pienso ha de tener sus motivos. Por ejemplo, yo me considero una persona acomplejada e insegura... mi padre se encargo de hacerme así. Constantemente tenía miedo de todo, pero al conocer a Karin todo cambio... ella se convirtió en mi ejemplo a seguir, a pesar de que sea algo amargada y especial. Ella es mi mejor amiga.

― ¿Y cuál es tu dichoso compromiso?― pregunto Will a Karin.

Podría apostar que esos dos iban a comenzar a pelear y no me equivoque, Karin le respondió groseramente.

―Tengo que ir a un lugar llamado no te importa― contesto seriamente.

― ¿Por qué siempre tienes que ser tan vulgar, Hunter?

El Reino Del Fuego #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora