El Reino Del Fuego #1.

Capítulo 8.

Sólo observo a Karin, de ser necesario me interpondré entre ellos. Dudo que Karin le falte el respeto, pero mi padre tiene un carácter especialmente raro al igual que ella...

Mefistófeles les ve atentamente con una ensanchada sonrisa.

― ¿Qué hace una mujer de las nieves en Colmena?

― ¿Algún problema con eso?― pregunto desafiante.

Definitivamente a Karin le importa un kilo de mierda el que mi padre sea un Rey. Mi padre ríe sonoramente, está molesto.

―Eres muy valiente para ser joven― dice mi padre―. Eres una insolente.

―Usted es un corrupto de mierda― le contesta Karin.

Mi padre se le lanza encima a Karin, pero ésta se eleva haciendo que caiga en el suelo. El Director sólo se limita a ver divertido y nos impide acercarnos. Joan mira sorprendida los indicios de combate, mientras yo me encuentro atemorizada...

¿Y sí la mata?...                                                          

No lo permitiría, me interpondría antes de que sucediese.

Karin salió volando de la habitación, seguida de Magnus... mi padre. Salimos lo más rápido que pudimos y me quedé estupefacta, el poder de Karin era inmenso, incluso competía con el de Magnus.

Su hielo no parecía derretirse con nada, ni con el fuego que él lanzaba.

―Avalancha de nieve― musito Karin, meciéndose en el viento.

―Tinieblas dispersas― Mefistófeles interrumpe el ataque de Karin―.

Se formo una barrera de sombras y comencé a debilitarme, esa es una de las muchas cualidades de las sombras... debilitar al oponente.

El Director demostró un buen manejo de las artes oscuras... nunca pensé ver a alguien con ese tipo de magia, se supone que las personas que usaban dicha magia ya estaban extintas. Después de que Mefistófeles separo a mi padre de Karin, ésta se coloco a lado de Kevin y todos comenzamos a escuchar atentamente la conversación.

― ¿De dónde la has sacado?― pregunto Magnus a Mefisto.

―Del Reino del Hielo― dijo sonriente.

―Hablo en serio, esa niña parece más una bestia.

―Es un excelente peleador, ¿No lo cree, señor?

―Bastante bueno para ser del Reino del Hielo...― ¿Quién le ha enseñado?

―No se sabe, la chica es huérfana― respondió Mefistófeles―. ¿Por qué el interés?

Mi padre no le respondió al Director, se le acerco rápidamente a Karin y le dirigió una mirada llena de despotismo... como con la que normalmente me mira a mí.

― ¿Sabes que tu Reino está en guerra con el mío?

Karin solamente asintió.

― ¿Qué haces en Colmena entonces?... o ¿Acaso estas en guerra con tu propio Reino?― le cuestiono mi padre en forma burlona.

―Ese es mi asunto― contesta.

Mi padre la ignora y se retira hacia mi dirección. Seguramente me pasara por alto, como normalmente lo hace. Él se detiene un momento y me mira, después de unos segundos me brinda una sonora cachetada.

Simplemente no me extraña que haya hecho eso, después de la muerte de mi madre lo hacía con frecuencia.

―Eres la vergüenza del Reino del Fuego― dice―... deberías ser como Julieta, tu hermana.