Capítulo 28

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—¡No es justo! ¡Existe un vacío legal en estas reglas!— exclamó Joon frente a mí— ¡Me niego a entregarte mis propiedades!—

Riendo en voz alta, intenté respirar mientras observaba el ataque de ira que mi mejor amigo se encontraba atravesando desde el momento en que se dió cuenta de que sus dos billetes no serían capaces de pagar el monto correspondiente al caer sobre mi propiedad de dos hoteles.

—No seas un bebé llorón— alegué— debes aprender a mejorar tus finanzas amigo— reí abanicandome con mi propio fajo de billetes— sólo declara banca rota y acabemos con esto—

—¡No! ¡Noooo!— lloriqueó una vez más— ten piedad, ¡Mi madre vendió su riñón para poder permitirme comprar esta casita!— dijo apuntando a la única propiedad del tablero que le pertenecía.

—¿De qué demonios estás hablando?— carcajeé— estoy muy seguro que la señora Kim está descansando en casa con sus dos riñones perfectamente instalados en su interior—

—¡En la vida real la gente apela a la manipulación y culpabilidad!— aseguró— por favor, deme un mes más señor Kim, prometo pagarle el mes entrante—

Cubriendo mi rostro con las palmas de mis manos volví a carcajearme una vez más, incapaz de creer que un hombre de casi treinta años no era capaz se mantener una estabilidad económica en un juego de mesa infantil.

—Está bien, está bien— reí aceptando— olvidaré este descuido, pero si vuelves a caer en una de mis propiedades, deberás pagar ¿Entendido?—

Asintiendo fervientemente, Nam se alzó de hombros una vez más, sonriendo mientras tomaba los dados y los agitaba entre sus manos, cerrando sus ojos y orando suavemente antes de besar y soplar a los cubos que ahora rodaban sobre la mesa.

—NOOOOOOOOOOOOO—

Carcajeando con ánimo, mis ojos comenzaron a lagrimear cuando el pequeño sombrero avanzó los seis recuadros correspondientes, aterrizando en una propiedad que no sólo poseía dos hoteles, sino también dos casas más.

—Es hora de aceptar tu destino— reí con fuerza, sin entender una sola palabra que la temblorosa voz ajena dejaba escapar.

Tomando el móvil entre mis manos, grabé un pequeño video del desastroso hombre que se arrodillaba junto a mí rogando por perdón, mostrándome imágenes falsas de cachorros y niños abandonados de internet alegando que su familia esperaba a que él llegara con algo de dinero a casa esta noche.

Adjuntando la pequeña prueba junto al texto "noche de juegos sale mal" lo envié al número de contacto más reciente dentro de mi lista, sabiendo que el mensaje no sería respondido pues el hombre del otro lado debía estar descansando antes de comenzar su jornada laboral en sólo un par de horas más.

—No debí haber sugerido esta porquería— gruñó Nam al guardar todas las piezas nuevamente en su caja, uno de sus hoyuelos asomándose debido a la sonrisa que inútilmente intentaba ocultar tras un gesto molesto.

Sin decir una palabra, sonreí asintiendo, ayudando a despejar la mesa, el sonido del reloj llamando mi atención, logrando que mi atención se desviara a él siendo consciente de las altas horas de la madrugada en la que nos encontrábamos.

—¿No deberíamos ya ir a descansar?— apunté el reloj— son las tres de la mañana, a este ritmo no podrás ir a trabajar— dije suspirando, recostandome en el sofá junto al hombre que sin decir una palabra me invitaba a acompañarlo.

—No te preocupes, ya pedí el día libre— bostezó, encendiendo la televisión y tomando una manta del sofá conjunto para extenderla sobre nosotros cuando el frío fue más notorio en nuestros cuerpos.

愛  Temptation  ᯇ        ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🕷🕸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora