愛 Temptation ᯇ ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🕷🕸

Capítulo 30

Con mis ojos fijos en JungKook, observo como sin decir una sola palabra el castaño sigue a mi mejor amigo sin dudar, sus siluetas poco a poco desapareciendo en la oscuridad de la noche que rápidamente comenzaba a consumirnos.

Mis manos abrazan mi cuerpo una vez más, e inhalando con fuerza, intento impregnarme nuevamente del aroma que el abrigo ajeno dejaba escapar, esa mezcla tan característica de jabón de leche y shampoo de hombre que JungKook siempre portaba.

Cobijado en la poca escencia que aún quedaba sobre la prenda, enfoqué mi vista hacia Wheein, encontrando una sonrisa abierta esperándome cuando mis ojos volvieron a enfocarla.

—¿Qué?— pregunté levemente desorientado— ¿Por qué callaste de pronto? ¿Qué sucedió con el dinosaurio Anacleto?— dije fingiendo que no me había perdido la mayor parte de la historia y que en realidad, no tenía la mas mínima idea de quién demonios era ese dinosaurio ni mucho menos los hechos que le ocurrieron.

—Sólo era una distracción— rió ella— no quería que Nam y JungKook fueran conscientes de nuestra conversación— aclaró después.

—¿A qué te refieres? Yo sí quería saber cómo terminaba la historia— puchereé, extrañando a un dinosaurio ficticio cuyo desenlace jamás conoceré.

—En otro momento será— calmó ella, suspirando con suavidad mientras observaba a la lejanía, enfocando el mismo bosque por el que los hombres habían entrado segundos atrás— Oficialmente le has dado una oportunidad ¿Eh?— dijo con una sonrisa sobre su rostro— ¿Cómo te sientes al respecto?—

¿Que cómo me siento al respecto? ¿Es acaso posible plasmarlo en palabras?

El sentimiento era casi irreal, y me encontré cuestionandome a mí mismo el por qué había desaprovechado tanto tiempo perdiendome la increíble sensación sólo por temor e inseguridad.

JungKook era la viva imagen de ese hombre afectuoso y protector con el que prácticamente cada mujer dentro del planeta tierra soñaba despierta.

Atento, cuidadoso, esmerado y comprensivo, no era difícil para mí imaginarme pasando mis años de vida en su compañía, y el impulso de querer abandonar todo con tal de quedarme con él era casi imparable, a tal nivel que incluso me pregunté que tan malo sería jamás volver de este breve fin de semana en el lago.

En sus brazos, siento calma y plenitud, y el saberme protegido por alguien más sin la necesidad de temer de él y sus impulsos había logrado que mi corazón sintiera la seguridad de volver a confiar y dejarse querer por alguien más.

—Es la mejor decisión que he hecho en mi vida— sonreí finalmente— maldición— reí con nerviosismo y emoción— es nuestra primera cita y si él así me lo propusiera no dudaría en casarme con él ahora mismo—

Riendo con suavidad, Wheein pareció entender mi sentir, e incluso cuando ambos sabíamos que la expresión era algo exagerada, podía plasmar perfectamente lo que mi corazón parecía pensar de él.

Que era el hombre adecuado, y que hasta que la vida se interpusiera, no me permitiría perderlo otra vez.

—Me alegra saber que tu visión de vida la estés proyectando junto a alguien más— sonrió Wheein con cariño— JungKook es un buen hombre, y se ha esforzado mucho por llegar hasta aquí ¿No crees?—

Por supuesto que sí, yo más que nadie era consciente de aquel hecho y del esfuerzo sobrehumano que había puesto en nuestra relación.

Y ahora que mi corazón se sentía capaz de hacerlo, no dudaría en devolverle todo el cariño y cuidados que él había puesto en mí.

—Así es— susurré con calma— es por eso que no volveré a cerrarme ante él— aseguré— me cansé de pasar por alto mis propios deseos con tal de satisfacer a los demás— volví a retomar— esta es mi vida, y por primera vez en años seré yo quien decida como vivirla— sonreí— y con quién hacerlo—