Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 11

258 50 28
                                    

La alarma de mi móvil resuena dolorosamente dentro del cuarto, las notas agudas y rítmicas desatando un odio tan potente dentro de mí que apenas fui capaz de controlar el impulso de arrojar el aparato hasta el otro lado del cuarto y verlo estrellarse contra la pared para saciar mi satisfacción.

Cuatro de la mañana, y sólo con tres horas y media de sueño, me pongo de pie dispuesto a comenzar con la dolorosa y agotadora rutina que había adquirido hace poco más de un mes.

Trabajar doble turno no es algo que ningún ser humano realmente desee hacer, sin embargo, para muchos de nosotros la necesidad superaba completamente los deseos personales.

Sea para obtener algo de dinero extra o simplemente huir de las cuatro paredes de su hogar, tomar la decisión de sacrificar tu salud física y mental era una difícil de tomar, pero a pesar de ello aquí estoy.

¿Mis razones?

Un poco de esto y un poco de aquello.

La falta de dinero podría considerarse cómo el principal propulsor, sobre todo después de haber tenido tres meses angustiantes ante la intriga de saber si lograría pagar la renta o no durante la fecha estipulada.

Sin embargo a pesar de ello, jamás me había animado a pedir horas extras o conseguir un segundo empleo, incluso si realmente lo necesitaba.

"Después lo resolveré"

Solía decir relajado, no dispuesto a dejar de lado mis noches de sexo con desconocidos aunque aquello me costara el techo sobre mi cabeza.

¿Por qué tomar la decisión ahora entonces?

Simple.

Un problema económico no fue la decisiva en esta ocasión, si no más bien un problema del corazón.

La noche que compartí con SeokJin traía más recuerdos de lo que me habría gustado, y sean buenos o malos, mantenían a mi mente y corazón inquietos y confundidos a cada momento del día.

Entonces pensé ¿De qué servía quedarme en casa sin ser capaz de conciliar el sueño durante la noche por pensar en él?

¿Por qué no utilizar ese tiempo perdido en algo más?

Decidido, había hablado con mi jefe, pidiendo que me considerase para trabajos fuera del horario tradicional, optando por contarle acerca de malos momentos monetarios para evitar expresar que el único problema que me obligaba a tomar aquella decisión no era nada más ni nada menos que un atractivo castaño con nombre y apellido.

Rápidamente había comenzado a laburar horas extras, siendo el único de los trabajadores que, tras el último timbre del turno, permanecía picando y cavando mientras veía a los demás partir.

Si el turno normal acababa a las seis en punto de la tarde, yo me largaría de la constructora cerca de las doce de la noche, muchas veces incluso un poco después, mi cuerpo ardiendo de dolor mientras mi mente insistía en seguir sólo un poco más.

El dinero comenzó a llegar rápidamente y con ello, pequeños trabajos de fines de semana que igualmente, acababan con el único momento de descanso que aún disponía para mí.

Sin embargo los tomé, todos ellos, y aunque mi billetera hoy se encuentra rebosante de dinero sin usar, mi cuerpo constantemente me recordaba que no podría soportar mucho tiempo más de aquel modo.

Incluso si no lo quise, comencé a rechazar ciertas ofertas de trabajo por el bienestar de mi salud, mis músculos agradeciendo infinitamente la oportunidad mientras mi mente aprovechaba para recordarme la razón por la que habíamos comenzado este peligroso estilo de vida en primer lugar.

愛  Temptation  ᯇ        ﹙ jjk ₊ ksj ﹚ 🕷🕸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora