Capítulo 40

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Bruce se encargó de estar listo para cualquier cosa, y quería decir cualquier cosa, porque el mundo era mucho más extraño ahora que cuando era joven, más fantástico, lleno de más posibilidades de las que jamás había imaginado. Pero, en general, todavía se regía por la misma lógica, incluso si las reglas habían cambiado un poco a lo largo de los años. Así que hizo todo lo posible para estar siempre preparado para cualquier cosa que se le pudiera presentar. Tenía planes de contingencia para sus planes de contingencia. Profundizó en la investigación sobre todos los temas que se le ocurrieron: ciencia forense, historia, física teórica, hipnosis, psicología, religiones antiguas, cualquier cosa que algún día pudiera resultar útil para un caso o tal vez incluso salvar el mundo.

Se enorgullecía de rara vez ser sorprendido en el campo. Incluso sus compañeros de equipo en la Liga de la Justicia habían llegado a confiar en su habilidad casi extraña para esperar lo inesperado.

Todo eso para decir que había pasado mucho tiempo desde que le habían lanzado tantas bolas curvas para las que realmente no estaba preparado.

Tal vez una vez que hubiera tenido tiempo para respirar, tiempo para pensar en todo lo que había sucedido, sería capaz de reevaluar las cosas, recuperar algo parecido a la apariencia de control sobre lo que estaba sucediendo. Sería capaz de encontrar formas de apoyar a Captain Marvel y Billy, reevaluar sus planes para lidiar con Black Adam a la luz de nuevas pruebas y revisar cómo protegerse mejor a sí mismo y a los demás de los ataques mágicos. Tal vez incluso podría repasar su propia comprensión de la historia LGBT y la legislación actual sobre jóvenes transgénero por el bien de Billy.

Había mucho que hacer, pero nada de eso era sensible al tiempo.

Al menos los chicos parecían haberse reconciliado más o menos después de su pelea. Era una cosa menos de qué preocuparse, aunque tendría que vigilarlos más de cerca la próxima vez que pasaran tiempo juntos, preferiblemente fuera de la Watchtower y lejos de cualquier supervillano.

Damian y Jon habían estado inusualmente callados después de que le dieron sus disculpas a Billy. Jon seguía preocupándose por su labio mientras miraba en la dirección que Billy había ido cuando los dejó para encontrar a su padre. Damian, por otro lado, tenía esa mirada en su rostro que le decía a Bruce que se había enfrentado a nueva información que aún no había tenido tiempo de analizar.

Dudaba que Damian ofreciera libremente cualquier cosa que aprendiera, si es que realmente había aprendido algo nuevo sobre Billy y no estaba simplemente confundido por los gestos del niño. Después de todo, su alianza con Billy se había solidificado en el campo y para Damian eso significaba que era inquebrantable. A pesar de sus argumentos, y probablemente a pesar de su mejor juicio, Damian disfrutó pasar tiempo con Billy. Bruce podía darse cuenta por la forma en que se animaba cada vez que hablaban, al igual que cuando conoció a Jon. Se quejaba de identidades secretas, entrenamiento inadecuado y su decisión precipitada, pero Bruce podía decir que Damian respetaba la voluntad de Billy de desafiarlo, retroceder y sumergirse en lo desconocido.

No era la primera vez que Bruce quería maldecir a Clark y su afán por unir a los chicos. Tan agradable como era saber que su hijo estaba haciendo nuevos amigos, podía prescindir del estrés adicional de saber que Damian ahora tenía acceso a alguien que estaría dispuesto a teletransportarlo a cualquier parte del mundo sin siquiera una pizca de miedo sobre las consecuencias.

No podía esperar a que todo este lío terminara. Tal vez entonces podría prepararse para cualquier problema que su hijo estuviera obligado a enfrentar con su nuevo amigo.

Pero todo eso tuvo que ser puesto en espera hasta que tuviera el claro de Zatanna de que realmente habían arreglado lo que estaba mal con el Capitán.

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