Capítulo 29

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Marvel se hundió contra las almohadas de la cama en la que él y Billy estaban acurrucados. Le dolía el cuerpo de una manera que nunca antes había sentido. No estaba herido realmente, pero estaba dolorido. Cansado. La resistencia de Atlas definitivamente le estaba fallando ahora que la batalla había terminado. Sus extremidades protestaban incluso por pequeños movimientos, diciéndole en silencio que descansara. Para sanar. Retirarse a la relativa inexistencia que lo reformaría en su mejor yo. No era una opción en ese momento, pero era un instinto que no podía quitarse de encima.

Frunció el ceño ante la suciedad y la sangre que manchaban su capa blanca generalmente prístina que había cubierto sobre Billy como una manta. Incluso su uniforme había visto días mejores.

Pero ahora estaban en la recta final. Tenían la daga. Podrían hacer un plan. Podrían estar completos de nuevo. Entonces realmente podría descansar de la manera en que su cuerpo lo necesitaba.

No había nada que quisiera más, pero aún así una parte de él extrañaría esto. Ser capaz de sostener a Billy en sus brazos, meterlo en la cama, protegerlo de los peligros del mundo. Fue gracioso. No podía recordar haber sido tan protector sobre un anfitrión. Pero tal vez ninguno de ellos había necesitado tanta protección.

Una sonrisa irónica torció sus labios. Billy tendría algunas palabras que decir sobre ese pensamiento extraviado.

"¿Por qué sonríes así?"

Miró hacia abajo para ver los brillantes ojos azules de Billy mirándolo, medio tapados por el sueño con el que estaba luchando. Su mejilla estaba presionada contra el símbolo del rayo en su pecho, el tenue resplandor era mucho más débil de lo que había sido la última vez que lo había hecho. Trató de no preocuparse por eso.

"No es nada", tarareó. "Solo pensando en lo que haremos cuando todo esto termine".

Billy acercó la capa a su cuerpo. "¿Dormir una semana?" Se ofreció, con los ojos ya cerrados de nuevo.

Marvel se rió entre dientes. "Mis pensamientos exactamente".

Se arrullaron en otro silencio cómodo, roto solo por Diana informándole en silencio que se iba a escribir su informe de misión y que les iban a traer algo de comida.

Ella apartó un mechón de cabello perdido de la frente de Billy, tomándose solo un momento para acogerlo. Marvel deseaba que él supiera lo que estaba pensando. Ella no estaba tan enojada por la interferencia de Billy en la misión como lo habían estado los demás, pero tampoco lo aprobó.

Pero su sonrisa había sido tan dolorosamente gentil, llena de calidez ante lo que ella pensaba que era un padre y un niño que se cuidaban tan abiertamente. Marvel fue golpeado nuevamente por la vergüenza de engañar a la Liga sobre su relación con Billy. Era difícil creer que merecía tal calidez cuando sus mentiras pesaban sobre su lengua.

Al verla irse, oró en silencio para que esas mentiras no fueran el acelerador utilizado para quemar los puentes entre ellos.

Marvel estaba medio convencido de que Billy se había quedado dormido cuando su voz volvió a sonar en la habitación vacía.

"¿Crees que realmente podemos salirnos con la nuestra?" Habló en un susurro como si las palabras mismas fueran una esperanza frágil.

"¿Salirse con la suya con qué?" Preguntó con la misma suavidad.

Billy se empujó un poco para poder mirar a Marvel a los ojos. "Con esto." Hizo un gesto entre ellos sin que la mano se sostuviera. "Con fingir ser personas no lo somos".

Marvel tragó saliva. Parecía que él y Billy habían estado pensando en la misma línea. "No les hemos mentido, no realmente". Era una excusa endeble que ni siquiera él creía.

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