Todo por una apuesta|| Screamau y tú.

Adiós virginidad.

Enrollé mis piernas en su cintura, nos empezamos a besar desenfrenadamente, Christian metió su lengua a mi boca, ambas competían entre ellas, la camisa blanca que Christian me puso cuando estaba desmayada, me la empezó a desabrochar botón por botón, me llevó a la cama y me aventó fuertemente en ella, ahora sólo quedaba en ropa interior, Christian se quitó la toalla de su cintura dejándome ver un gran pene. Mis ojos se abrieron de par en par, mi cara demostraba miedo. Los ojos de Christian se oscurecieron, y los míos demostraban miedo, esto sería el fin de mi virginidad, precisamente no la quería perder con él, sino con Mauricio.

-Lo haré despacio, sé que es tu primera vez, si te duele me avisas, pero aún así no me detendré.

-Okay- comenté con voz temblorosa.

Christian sacó mi bra, y lo arrojó al aire, dejando a la vista mis pechos, lo único que pude hacer era taparme con mis delgados brazos, nadie me había visto así, ni siquiera mi madre. Mis mejillas se sonrojaron y voltee mi cara al lado izquierdo, Christian colocó sus brazos a los costados, con su mano derecha me volteó la cara...

-Que no te de vergüenza preciosa, de ahora en adelante siempre estarás así conmigo.

Cerré mis ojos, tenía frió, y en eso siento una rara sensación, algo húmeda y caliente en mi pezón izquierdo, abro un poco mi ojo y veo a Chrisitan chupando mi pezón, di un leve suspiro, volví a cerrar los ojos y en mi cabeza sólo veía Mau. Moví mi cabeza de un lado hacia otro, Chrisitan bajo sus beso hasta mi plano abdomen haciendo que me arqueara en la fría cama. Metió un dedo en mi parte, algo que hizo que gimiera de dolor, apreté mis ojos, era un dolor insoportable, y eso que era un dedo, moriré si me mete su pene, poco a poco el dolor fue disminuyendo,  y salieron pequeños suspiros de mi boca, se sentía tan genial, mis piernas empezaban  a temblar y cada vez tenía  menos fuerzas. Hasta que Christian paro con sus movimientos.  Tocó  la tela de mi braga...
-Perfecto- dijo Christian con una sonrisa pervertida, poco a poco retiró  mis bragas al sacarme de la punta de los pies los olió,  algo que hizo que hiciese una cara de desagrado. Seguido de esto sentí  un fuerte dolor punzante en mi parte, grité de dolor mientras algunas lagrimas caían de mis ojos. El daba las embestidas tan rápido  que creí  que me partiría en dos. Derrpente sentí  un cosquilleo que cada vez se hacia mas fuerte, cerré mis ojos y vi a Mauricio.

-Más Mauricio,  más rápido. -pronuncie,  luego recordé  que en realidad no estaba con él,  abrí  mis ojos, deje de sentir ese cosquilleo, vi a un Christian realmente enojado.