Todo por una apuesta|| Screamau y tú.

¿Qué carajos es esto?

*Narra ____*

Desperté en una pequeña cama, con las sábanas sucias, era realmente desagradable, tenía un olor insoportable ese cuarto, las paredes al parecer eran de un color melón, pero ya está de un color negro terroso, cucarachas en cada esquina, y una que otra rata pasaba cada 10 minutos, ¿quién carajos me trajo aquí? Quisiera estar con mi novio, abrazándolo, besándolo, no sé cualquier cosa. No llevamos ni 1 y media y hay más drama que nada. La verdad no sabía si era de noche, día, ni que mes, año, el cuarto siempre estaba obscuro. No se escuchaba ningún ruido, más que el de mi respiración forzosa, era estresante estar en ese lugar encerrado, sentía que me falta el aire, eso era aire artificial, ni siquiera un ventilador, ni comida me habían traído. Pensé, ¿qué pasará con mis amigos? ¿mi madre? ¿mi novio? novio, novio y novio. Esa era la única palabra que rondaba por mi cabeza, ¿qué tal que si me cambiaba? Él es o era un Don Juan, tal vez piensa que me fui o otra cosa. Moriré lentamente aquí, quién sea que me haya traído aquí, está logrando su objetivo, hacerme sufrir. No creo que venga Mau a rescatarme, no es como una fanfic que he leído. Nada de eso pasa en la vida real. No existe nada en esto en está vida, no existen los noviazgos perfectos. No existe la felicidad, NADA EXISTE. Estaba sentada abrazando mis piernas en el colchón tirado, cuando se abre una puerta, ¿este cuarto de mierda tiene una puerta? No lo creo.

-Hey tú, vístete, toma- dijo un hombre verdaderamente alto. Era gordo y con cara de enojado, creo que su madre comió mucho limón durante el embarazo. Me tiró en la cara un pequeño vestido, que a simple vista parecía un pequeño blusón de esos que van con mallas, unos tacones de 15 centímetros, aproximadamente, rojos la igual que el vestido con esto vaya que me parto la madre.

-¿QUÉ? ¿Acaso me van a prostituir? -dije con una sonrisa burlona y a la vez de asco.

-¡FELICIDADES! Acertaste, premio por aquí -dijo con algo de sarcasmo en sus palabras.

-Esto es una broma, ¿dónde estoy?

-¿Me ves cara de google maps?

-No -susurré, no me atrevía a contestarle, con un simple golpe me mata.

-Vengo en 5 minutos, después irás con las otras chicas para que sepas como maquillarte- Maquillaje, que asco.

-¿Y mi padre?

-¿Cuál padre? Él te vendió, él no es tu padre, si lo fuese no haría eso. Ahora vístete.

Esas palabras rondaron por mi cabeza, me vendieron, ¿por cuánto? a lo mucho 10, 000 pesos para su puta cerveza, ¿qué clase de padre haría eso a su hija? Mis pupilas se dilataron, es como si yo estuviera en mi propio mundo, sacudí varias veces la cabeza y me dispuse a ponerme el "vestido" y los tacones. Me volví a sentar en el colchón y mirar de la nada, hasta que alguien me da un fuerte golpe en mi cara.