ℭ𝔥𝔢𝔰𝔱𝔞𝔭𝔭𝔢𝔫: 𝔡𝔢𝔩 𝔬𝔡𝔦𝔬 𝔞𝔩 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔰𝔬𝔩𝔬 𝔥𝔞𝔶 𝔲𝔫 𝔭𝔞𝔰𝔬

Capítulo 8

Se tardaron dos horas y media en llegar al hotel, tiempo donde Checo se volvió a quedar dormido, mientras Max sigilosamente tomaba el otro airpod de Checo y se lo colocaba mientras seguía la música de Rybak, específicamente en ese momento estaba sonando Roll with the wind, tema que le fascinaba al neerlandés y que cantaba en silencio para no despertar a Sergio, que seguía profundamente dormido.

- I, I, I, wanna roll with the wind bringing distance to everything...

- Horner, ¿cuánto falta para llegar al hotel? - preguntó Max.

- Alrededor de 40 minutos, Maxie. Yo despierto a Checo cuando lleguemos o 5 minutos antes, no te preocupes por eso. - respondió el británico.

- Está bien, lo dejaré descansar entonces. - dijo el neerlandés.

- Maldita sea, los audífonos se quedaron sin batería, tendré que quitarle la caja de carga a Sergio para ponerlos a cargar antes de llegar al hotel. - dijo Verstappen en su mente.

Silenciosamente y cuidadosamente, Max sacó la caja de los audífonos de la bolsa del pantalón de Sergio y los puso a cargar.

Cuando puso la mano en su bolsillo, Max supo que quería algo más que sacar una maldita caja de audífonos.

- ¡MIERDA! La caja tiene poca pila también, espero que haya traído cargador para los audífonos, sé que los puede necesitar para alguna reunión virtual con alguien en México o así. - pensó Max.

De repente Horner se voltea y empieza a mover a Checo para despertarlo, Max inmediatamente se guardó la caja de audífonos en su pantalón y quiso ayudar a Horner a despertar al mexicano.

- Sergio, despierta, Sergio. Max, ayúdame a despertarlo por favor. - le dijo Christian al piloto neerlandés.

- Claro, te ayudaré - le dijo el campeón del mundo a Chris.

- Checo - le susurró Max a Sergio en el oído - ya levántate, ya casi llegamos.

Esto despertó inmediatamente al mexa, y sin titubear ni volver a cerrar los ojos, por fin se despertó.

- ¿Qué mierda pasa? ¿Acaso ya llegamos? - preguntó Sergio adormilado.

- Así es, faltan 2 minutos para llegar al hotel - le respondió Max a Checo antes que Christian Horner pudiera articular palabra alguna.

- Bueno, Max ya respondió a tu pregunta - dijo Horner en tono de burla.

Los 3 se rieron bastante con eso e hizo que Checo ya estuviera bien despierto.

- Llegamos - les dijo el conductor del taxi.

Max consideraba en su mente que la voz de Checo acabado de despertar era la voz más hermosa y tierna que había escuchado en su vida, más que la de Alexander, y eso era mucho decir porque el bielorruso era su artista favorito de toda la vida.

- Mierda, Checo adormilado tiene la voz más hermosa del mundo entero, y eso es mucho decir, inclusive podría decir que es más linda que la de Alexander, no, no, no puede ser eso. ¿O sí? No sé, no estoy seguro pero Checo es verdaderamente precioso en todo, hasta en su jodida voz, imagina despertar y escucharlo decir tu nombre, creo que cualquiera moriría por eso, hasta yo. - pensaba el neerlandés.

- Emilian, ¿tienes mis airpods? - le preguntó el mexicano al neerlandés.

- Sí, ahorita que lleguemos a las habitaciones te los doy, ahorita tenemos que bajar las maletas - dijo Max.

- Tienes razón, vamos a ello - dijo Sergio.

Los 3 hombres se bajaron del taxi, sin antes agradecer al conductor por manejar tanto tiempo hasta su destino.